Un invernadero inteligente creado por estudiantes es la gran promesa para el campo santiagueño
La implementación de la enseñanza de robótica y automatización en escuelas técnicas de Santiago del Estero, posibilitó que más estudiantes tengan interés por este tipo de conocimiento.
Los invernaderos inteligentes se han convertido en herramientas claves para el sector de la agricultura y la ganadería, y representan hoy un fiel reflejo de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial.
La implementación de la enseñanza de robótica y automatización en escuelas técnicas de Santiago del Estero, posibilitó que más estudiantes tengan interés por este tipo de conocimiento, adecuándose a las tecnologías cambiantes, profundizando nuevas habilidades para el ejercicio de su competencia técnica.
Desde esta premisa, Andrés Maximiliano Luna, estudiante santiagueño de la carrera de Ingeniería Electrónica en la UNT, destacó el desarrollo de un invernadero automatizado creado por un grupo de alumnos de la Escuela Técnica N° 3 de la provincia, un sistema que se ocupa de recrear una situación ambiental idónea para el cultivo de forma autónoma mediante el uso de sensores, sistemas de riego automatizados y un software que se ocupa de gestionarlo todo en el mundo de la agricultura y la ganadería.
“Como es de público conocimiento -explica Luna-, Santiago del Estero en estos últimos años se destacó por ser unos de los principales exportadores del país en materia agrícola y ganadera. Por lo tanto, los invernaderos son controlados con este tipo de tecnología que han desarrollado los alumnos, con robótica y automatización, en lo que refiere a los controles de temperatura, riego automático, humedad de los suelos, sensores de PH para medir la calidad del agua, analizar el cuidado que deben tener ciertas plantas”, entre otras tareas específicas que desarrolla este tipo de tecnología de avanzada.
Un proyecto que se seguirá innovando
Al reducir al mínimo la intervención humana y actuar con base en datos objetivos y medibles, las probabilidades de tomar en todo momento las decisiones más adecuadas crecen considerablemente mediante el uso de nuevas tecnologías. Además, es posible contar con toda clase de información de forma remota, por lo que ni siquiera es necesario que el agricultor se encuentre en el mismo lugar que el invernadero inteligente.
“En Santiago del Estero hay muchas empresas agropecuarias y aún no se conoce una medición de un invernadero”, comentó el joven estudiante sobre la experiencia ya impulsada en un establecimiento productivo de La Banda, que fue posible gracias a este desarrollo creado por alumnos de entre 13 y 17 años de edad.
Luna reconoció que, en estos años, “el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia, está impulsando el estudio de nuevas tecnologías para afianzar la enseñanza en los niveles primarios, secundarios y terciarios, y sobre todo en lo que refiere a robótica y automatización industrial aplicado a las escuelas técnicas”.
La idea en un futuro no muy lejano, es lograr que los municipios de la provincia incorporen este tipo de tecnología para que puedan mejorar el ambiente de plazas y parques, entre otros estudios que puede ejecutar un invernadero inteligente, lo que generó el interés de algunos intendentes.
En cuanto al interés de los jóvenes por la robótica en la provincia, Andrés Maximiliano Luna avizoró “un crecimiento importante en esta área, como así también en la matemática y la física, para que los niños y adolescentes puedan tener mayor interacción con las nuevas tecnologías, que representa el presente y el futuro de la provincia. Seguramente muchos de estos estudiantes de escuelas técnicas se incorporarán en seguir una carrera universitaria”, apuntó.
Ventajas que ofrecen los invernaderos inteligentes respecto a los convencionales
Mayor capacidad de reacción. Como los datos obtenidos por los sensores son monitorizados, el agricultor conocerá en todo momento el estado de sus cultivos y podrá actuar inmediatamente en caso de detectar cualquier tipo de problema o irregularidad.
Personalización total. Los programas informáticos que gestionan los invernaderos inteligentes pueden personalizarse según las características del cultivo y las necesidades del agricultor.
Ahorro de recursos. Los invernaderos inteligentes evitan tener que realizar tareas repetitivas como, por ejemplo, el riego o la ventilación del invernadero, las cuales consumen mucho tiempo y esfuerzo cuando se llevan a cabo de forma manual.
Más rentabilidad. Implica unos mejores resultados económicos al acabar la campaña. Al garantizar las condiciones adecuadas para el crecimiento de los cultivos durante todo el tiempo, el producto obtenido es de mejor calidad.