Buscan que el Vaticano rectifique el insólito error de considerar a Mama Antula como nacida en Tucumán

La ceremonia de canonización de Mama Antula en el Vaticano fue un acontecimiento internacional, presidida por el Papa Francisco, pero lo que sorprendió a muchos es que al leer la biografía de la nueva santa se consignó a “la provincia de Tucumán” como su supuesto lugar de nacimiento. Un llamativo error histórico que quedó asentado en el libro que elabora el Dicasterio para las causas de los santos. 

“El error más grave es que dice que Mama Antula nació en la provincia de Tucumán, lo que no es correcto, ya que lo hizo en Santiago del Estero, Capital, como lo dice ella misma en su propio testamento”, corrigió el director del Archivo Histórico Provincial, Juan Viaña.  

María Antonia de Paz y Figueroa, o de San José, el 11 de febrero de este año se convirtió en la primera santa argentina, en una ceremonia de la que participaron el presidente Javier Milei, el gobernador Gerardo Zamora, el jefe de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri (donde vivió hasta su muerte y está sepultada) y el flamante arzobispo Vicente Bokalic. Además, hubo un puñado de peregrinos que tuvieron el privilegio de asistir a la basílica de San Pedro, para asistir a esa ceremonia memorable. Pero quedaron estupefactos al escuchar que el cardenal Marcelo Semerano, del dicasterio de las Causas de los Santos, leyó su biografía y la dio por nacida en Tucumán. Esto causó sorpresa en los santiagueños que asistieron, que luego advirtieron de ese error a algunas autoridades. 

Viaña dijo: “Habría que ver cómo se instrumentan los pasos para que en Roma cambien eso que pusieron como que había nacido en Tucumán. Si bien, en su momento era la región del Tucumán, para cuando nació María Antonia lo hizo bajo la gobernación eclesiástica de Córdoba del Tucumán. La idea de solicitar esa rectificación obedece a que en unos años ya no estaremos, pasarán uno o dos siglos y alguien se preguntará quién es Mama Antula y cuando empiecen a buscar en su biografía dirán que fue ‘María Antonia de San José o de Paz y Figueroa, nacida en la provincia de Tucumán. Y eso es un error. Lo ideal sería ver cómo se puede modificar eso y consultar si quedó asentado así o no en la biografía de ella en Roma”. El funcionario dijo que para eso iniciaron gestiones a través de diversos canales.  

Extraoficialmente, el Vaticano dejó trascender que en realidad se habrían referido a que nació en la región del Tucumán, pero esto también resulta incorrecto. Viaña lo aclaró: “Hay que ver dos instancias: lo que fue el gobierno civil y el eclesial. En lo civil, Santiago del Estero gobernaba toda la región del Tucumán al momento del alumbramiento de María Antonia, hasta que -más adelante- uno de los virreyes a fines del siglo XVIII decide cambiar la gobernación, que pasa a depender de Salta del Tucumán”.  

También vale destacar que al referirse a Santiago del Estero se refería indudablemente a la ciudad, ya que recién se constituiría formalmente como provincia con su declaración de Autonomía, en 1820, aunque tardaría varias décadas hasta delimitar definitivamente su territorio. 

“Otra cosa distinta es la gobernación eclesial -prosiguió Viaña-. Santiago del Estero desde su fundación y hasta el año 1699 dependía el obispado del Tucumán. Ese año se muda el obispado a Córdoba, que se llamó de Córdoba de Tucumán. Mama Antula nace bajo ese gobierno eclesial y en su testamento lo dice. Entonces, si allá en Roma al armar la biografía lo confundieron como Tucumán o la gobernación eclesial de Tucumán, es un error”.  

Las pruebas son contundentes. Mama Antula nació en la capital de Santiago del Estero, según declaró en su testamento, en 1799, cuando ya se sabía próxima al fin de sus días. Ese documento, que aún subsiste al paso de los siglos, rebate cualquier especulación sobre su origen, pese a que nunca se halló su acta de nacimiento.  

Juan Viaña: “Habría que ver cómo se instrumentan los pasos para que en Roma cambien eso que pusieron como que había nacido en Tucumán”.  

“Ella claramente lo dice: nací en la ciudad de Santiago del Estero. En todos los testamentos de esa época, que existen inclusive aquí en el Archivo, cuando una persona dice haber nacido en Santiago del Estero se refiere a la Capital, no se llamaba departamento Capital ni Juan Francisco Borges. Juan Felipe Ibarra dice ‘nací en Matará’, pero hay muchos otros individuos que hacían sus testamentos y referían haber nacido en el departamento Jiménez o Salavina, pero ella no dice haberlo hecho en el departamento Silípica, ni en el Salado o El Bracho. Dice clara y específicamente ‘nací en Santiago del Estero’. Entonces discutirle a ella misma su lugar de nacimiento sería una ridiculez. Ya está claro y en su testamento está firmado de su puño y letra que fue así”.  

Sólo por testimonios de la tradición oral se refiere su presunto nacimiento en Silípica o la zona del río Salado, en 1730, pero no hay ningún documento que lo convalide. Todas esas especulaciones son despejadas por el testamento que Mamá Antula dictó el 6 de marzo de 1799, un día antes de su muerte: “Sepan todos cuantos vieren está carta de mi testamento y última voluntad, como yo, María Antonia de San José, beata profesa, natural de Santiago del Estero, obispado de Córdoba del Tucumán, hallándome enferma en cama, pero en mi sano juicio, memoria y entendimiento natural”. 

En ese testimonio conmovedor, sostiene “vivo y protesto vivir y morir como católica, fiel cristiana que soy”. En ese sentido ruega a “Nuestro Señor Jesucristo que, por los infinitos méritos de su preciosísima vida, pasión y muerte, me perdone todas mis culpas y misericordiosamente conduzca mi pobrecita alma a la bienaventuranza eterna”. Es la palabra textual de Mama Antula.  

La causa de beatificación de Mama Antula se inició en 1905, pero la llegada de del Papa Francisco a la Santa Sede –en 2013- aceleró el proceso, porque Jorge Bergoglio precisamente pertenece a la orden jesuita que ella reivindicó. Además, reconoció haberse conmovido al conocer su historia de visita por Santiago del Estero, mucho tiempo antes de su pontificado.  

El 27 de agosto de 2016 fue beatificada, con una ceremonia en esta Capital. El 24 de octubre del año pasado, Su Santidad autorizó al Dicasterio de las causas de los Santos a promulgar un segundo milagro atribuido a su intercesión, por lo que poco después fijó la fecha de canonización. Aún queda mucho por investigar acerca de esa laica santiagueña, que hace casi tres siglos continuó el legado de los jesuitas expulsados de América por orden del rey de España, y cuya obra hoy es considerada una proeza, sobre todo porque como mujer desafió los severos mandatos de la época.