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Hace 208 años, el plan sanmartiniano estaba en marcha

COLUMNA. Este mes se toma como referencia para conmemorar el aniversario del inicio del Cruce de los Andes, la partida de la columna al mando del General San Martín.

*Por Esteban Dómina*

En enero de 1817, hace 208 años, el plan sanmartiniano estaba en marcha. José de San Martín fue el padre de la idea de cruzar la cordillera de los Andes para liberar Chile y luego seguir por mar al Perú, centro del poder español en Sudamérica. Una epopeya libertadora a escala supranacional que pasaría a la historia.

¿Cuándo y por qué se le ocurrió semejante proyecto que requería una organización y logística con la que no se contaba? Es probable que ya lo tuviera en mente cuando decidió sumarse a la gesta americana tras su largo periplo europeo que duró casi tres décadas. Hay quienes sugieren que durante su paso por Londres, a fines de 1811, pudo haber tenido noticias del Plan Maitland, una estrategia similar a grandes rasgos planteada por un oficial inglés para capturar las colonias españolas en Sudamérica. Si así fue, San Martín nunca lo dijo ni lo recogen las crónicas de su época, es sólo una especulación.

En marzo de 1812, cuando desembarcó en Buenos Aires junto a otros oficiales, la guerra ardía en varios frentes, sobre todo en el Alto Perú, la actual Bolivia, un territorio inexpugnable donde los realistas se habían hecho fuertes. Por esos días, fracasada la primera incursión militar a ese territorio que formaba parte del antiguo virreinato, estaba en marcha la segunda, al mando de Manuel Belgrano. Entretanto, por encargo del gobierno patrio, San Martín se abocó a organizar el Regimiento de Granaderos a Caballo, que tuvo su bautismo de fuego en el combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813. Las sucesivas victorias de Belgrano en Tucumán y Salta alentaron la esperanza de concluir en breve la guerra en el Alto Perú; sin embargo, las ulteriores derrotas de Vilcapugio y Ayohuma volvieron todo a fojas cero.

Así estaban las cosas cuando en 1814 le tocó reemplazar a Belgrano al frente del maltrecho Ejército del Norte. No creía conveniente insistir en la vía emprendida hasta ese momento, pero acató la orden e instaló el cuartel general en San Miguel de Tucumán para reorganizar la fuerza con vistas a una tercera campaña, de pronóstico tan incierto como las anteriores. Entretanto, en su mente bullía la idea que confió a Nicolás Rodríguez Peña, en marzo de aquel año: “Ya le he dicho a V. mi secreto. Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza para pasar a Chile y acabar allí con los godos”, y agregaba en la comunicación citada: “aliando los esfuerzos pasaremos por el mar a tomar Lima; ese es el camino y no este, mi amigo”.

Sus males de salud se agravaron y debió solicitar una licencia para reponerse, que trascurrió en Saldán, en las serranías cordobesas. Allí, bajo el histórico nogal, a la vera del límpido arroyo de aguas rumorosas, terminó de redondear lo que venía elucubrando hacía tiempo. Desechada la ruta del Alto Perú, que consideraba inviable, era, como se dijo, por Chile, cruzando la cordillera de los Andes y luego por mar al Perú. Restablecida su salud, en lugar de regresar a Tucumán o dirigirse a Buenos Aires donde lo esperaba su esposa Remedios, pidió al Directorio ser designado gobernador de Cuyo, solicitud que le fue concedida, aunque no reveló el verdadero propósito de la misma.

Apenas pisó suelo mendocino, en septiembre de 1814, comenzó a organizar casi de la nada el ejército que se necesitaba para consumar la gran hazaña. No le desvelaba la tarea titánica que le esperaba sino el obstáculo a salvar. “Lo que no me deja dormir no es la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes”, le confió a su amigo Tomás Guido. Cada día, con las primeras luces, volvía la vista hacia occidente y se quedaba un buen rato contemplando los picos nevados de una de las cordilleras más empinadas del mundo que debía sortear para llegar a Chile.

El panorama no lucía alentador: la derrota de los patriotas chilenos en Rancagua, el regreso de Fernando VII al trono de España, la fallida tercera campaña al Alto Perú que culminó en la gran derrota de Sipe Sipe en 1815. Sin embargo, el aludido nuevo fracaso en el Alto Perú ayudó a que prosperara su idea, y en 1816 recibió dos buenas noticias: la declaración de la Independencia proclamada por el Congreso reunido en San Miguel de Tucumán —una condición indispensable para librar una guerra convencional en otro país, y Chile lo era— y la designación de Juan Martín de Pueyrredón como Director Supremo.

La entrevista entre ambos celebrada en Córdoba selló la aprobación oficial a su plan. El amigo y camarada, integrante como él de la Logia Lautaro, le brindó un apoyo incondicional, disipando las vacilaciones políticas que aún despertaba la portentosa idea sanmartiniana. A partir de entonces, no habría vuelta atrás. En los meses que siguieron logró reunir los hombres, pertrechos y vituallas necesarios y la libertad americana se jugaría a suerte y verdad en tierra chilena.

Los hechos demostraron que no estaba equivocado y la gloria coronaría su lucidez, tenacidad y patriotismo.

 

 

BIO ESTEBAN DÓMINA

Nació en Las Varillas (provincia de Córdoba) el 15 de abril de 1952. Cursó sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de San Francisco (provincia de Córdoba) con los mejores promedios. Se graduó de Contador Público y Licenciado en Administración en la Universidad Nacional de Córdoba.

Fue profesional independiente, docente universitario y, en el campo de la política y la función pública, ocupó diversos cargos legislativos y ejecutivos, en el orden nacional, provincial y municipal, entre ellos: Senador Provincial (1987-1993), Diputado Nacional (1995-1999), Presidente de la Cámara de Diputados de Córdoba (1999-2001), convencional constituyente (2001) y concejal de la ciudad de Córdoba (2011-2019). Fue además presidente del banco estatal BICE entre 2004 y 2008 y ministro de Economía de la provincia de Santiago del Estero (1994-1995) y de la provincia de Córdoba (2001-2002). En 1997 fue condecorado por el gobierno chileno con la Orden al Mérito de Chile.

Distinguido ​el 6 de julio de 2023 con el Premio Jerónimo Luis de Cabrera, la distinción que otorga la Municipalidad de Córdoba a personalidades destacadas.

Sitio web: https://www.estebandomina.com.ar/

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