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Zaffaroni: “Hay políticos inescrupulosos que tratan de conseguir votos con un punitivismo populachero”

El exintegrante de la Corte Suprema disertó en el encuentro en homenaje al Papa Francisco sobre el Derecho Penal frente al autoritarismo y criticó la estructura misma del Poder Judicial.

Eugenio Zaffaroni disertó en la primera jornada del encuentro nacional en homenaje al Papa Francisco, que se realiza en el Óvalo del Parque Sur, donde cuestionó el rol del poder judicial ante el avance autoritario en todo el mundo y, en particular, en Argentina.

 

Al ser preguntado sobre cómo enfrenta la Justicia argentina el autoritarismo, sostuvo que “lo está enfrentando bastante mal, a juzgar por lo que está sucediendo estamos teniendo una regresión en materia de garantías y todo un movimiento, que a través de los medios dominantes, una serie de políticos inescrupulosos que tratan de conseguir votos plegándose a un punitivismo absolutamente populachero, otros medrosos y cobardes que no son capaces de alzar la voz en defensa del Estado de Derecho”.

 

“Tenemos códigos penales destruidos, sentencias aberrantes, líderes políticos presos a través de juicios armados, el pretexto es la lucha contra la corrupción que en el mundo actual es una hipocresía si existen refugios fiscales y los marines no avanzan sobre ellos, que son la forma de capitalizar todo el resultado de la corrupción y la evasión fiscal y todas esas cosas”, remarcó el exministro de la Corte Suprema.

 

Acerca de una crítica y autocrítica de la Justicia, Zaffaroni indicó que “depende de cada país: creo que el problema está en la estructura de los poderes judiciales: no se trata de fulanito ni menganito, sino que hay estructuras que son aberrantes y el ejemplo más claro y cercano que tenemos es el de nuestro país. No tenemos Poder Judicial, sino una magistratura con más de 2000 jueces en todo el país, la mayoría de los cuales no tiene nada que ver con lo que están haciendo. Hay unos 20 o 30 entre jueces y fiscales que son los que están en posiciones claves haciendo estas cosas, pero cuando digo que no tenemos Poder Judicial es porque hay dos funciones sustanciales que en Derecho comparado no las cumplimos: una es el control de constitucionalidad, pero el nuestro no sirve para nada. Sí es cierto que cualquier juez puede declarar la inconstitucionalidad de lo que quiera, pero esto llega a la Corte Suprema y su jurisprudencia no es obligatoria, porque no tenemos esa facultad como en EE.UU. De modo que cada juez sigue diciendo lo que quiere. Y después tenemos códigos únicos con 25 interpretaciones diferentes, una por cada provincia, CABA y la federal, sin que nadie las unifique, porque no tenemos Casación federal. Esa es la verdad”.

Foto: Fernando Ariaz.

-Habló de un estado represor criminal y represor que descuida la política social. ¿Cree que es se va trasladando a las provincias también?

-En el caso de la Argentina claro que se traslada a las provincias, si no, no se les transfiere fondos con la forma que tenemos nosotros de recaudación que hace el estado federal y después reparte, y bueno, la provincia qué va a hacer. Ese es el problema, ¿no? Este federalismo que tenemos en lo económico falla debido a eso, nunca se pusieron de acuerdo, ni siquiera en la Constituyente de 1994. Todo se iba a arreglar conforme a una ley que no se pudo dictar nunca.

 

-Si bien hubo reformas en el Código Civil, ¿por qué no se logró actualizar el Penal?

-Hubo proyectos de reformas del Código Penal para hacerlo racional, pero salió un señor (Sergio) Massa y armó un escándalo. En fin, siempre sale un irresponsable.

 

-¿Cuál ha sido la influencia del Papa Francisco en los derechos sociales, ambientales?

-El Papa Francisco ha llamado profundamente la atención sobre los derechos sociales y sobre otros dos fenómenos que amenazan el futuro de la humanidad: el deterioro del medio ambiente o las condiciones de vida humana en el planeta y la Inteligencia Artificial. Siempre estuvo atento a los riesgos que tiene la humanidad y llamó la atención sobre eso y el cuidado de la Casa Común y dijo algo que lo vemos cada día más: esto no se sostiene.

 

Foto: Fernando Ariaz.

-¿Cómo ve el problema del narcotráfico y el consumo problemático de drogas en los jóvenes?

-Más que un consumo problemático, que obviamente es un peligro para la salud, creo que el problema del narcotráfico genera otro peligro que es la concentración de plomo. Detrás del narcotráfico se esconden cantidades enormes de dinero. Nosotros en la región –no la Argentina, por suerte-, el elemento que ha metido en el mercado del norte es la cocaína, que es un producto que no tiene valor agregado: es una porquería que cuesta muy poco elaborarla, de modo que la plusvalía no es del producto, sino del servicio de distribución del producto. Y hay una junta reguladora del precio internacional de la cocaína que es la DEA: cuando hay poca en el mercado y aumenta el precio afloja, y aprieta cuando hay mucha y se vuelve barata. La cocaína llega a la frontera de EE.UU. al precio de uno y al consumidor norteamericano se la venden a 5 o 6, de modo que, ¿dónde queda la mayor renta del tráfico? Dentro de EE.UU., ahí está el negocio.

 

-¿Qué análisis hace del caso de censura previa dictada por un juez sobre los audios del caso de coimas que involucra a Karina Milei?

-Desde un punto de vista puramente jurídico, yo creo que es sumamente grave que alguien esté grabando adentro de la Casa de Gobierno, sea el presidente Milei o quien fuera, pero supongo que se ventilan cuestiones estratégicas y de defensa nacional y que sean registradas hace a la seguridad del Estado. Desde ese punto de vista no critico tanto que se prohíba la difusión de eso. Lo que sí critico es que haya una doble vara: que se prohíba la difusión en algún caso y no en otro, eso sí.

Foto: Fernando Ariaz.

-¿La censura previa que impuso con el fallo del juez Marianello no choca con el de Fontevecchia en la Corte Interamericana?, se le repreguntó.

-Más o menos. En el fallo de Fontevecchia no estaba en juego algo que estaría ahora, que es la seguridad del Estado. Cuidado. Acá hay que ponderar bienes jurídicos: hay alguien dentro en la Casa de Gobierno grabando y se resquebraja el poder. Esto es muy grave. Puede estar grabando planes de defensa, no sé qué… Hay que tener cuidado con esto, no nos damos cuenta de la gravedad que tiene, más allá de la corrupción, las coimas y todo eso, porque cada vez vamos a tener la tecnología que hace que tengamos menos privacidad y un límite habrá que ponerle. Cuidado que una nueva generación de microchips con nanotecnología va a permitir que se nos filme en los baños, algún límite hay que poner, aunque insisto en que deben ser parejos para todos. No deslegitimo en el hecho de ponerle un límite razonable, porque no puede quedar librado sólo a los Códigos de Ética periodísticos. Hasta ahora con los medios masivos, la tele, la radio, todo fenómeno, pero ahora tenemos otros medios que son mucho más penetrantes y nos vamos a quedar sin privacidad, ese es el asunto

 

-En su disertación habló de un retroceso en el ejercicio de los Derechos Humanos, ¿de qué manera se puede revertir esta situación?

-La respuesta es política (risas), no es jurídica. Si no tenemos poderes judiciales, no tenemos a quien reclamarle la eficacia de los derechos, que están vigentes en los papeles. La vigencia de una norma la sanciona quien tiene competencia. Pero una cosa es la vigencia y otra cosa la eficacia, que se le exige a los poderes judiciales. Y si no tenemos Poder Judicial, no nos damos cuenta pero nuestros derechos están en el aire.

Foto: Fernando Ariaz.

-A propósito de la violación de derechos Humanos, ¿cómo ve la actuación de la Corte Suprema en este contexto?

-Me mueve a risa la pregunta. Somos el único país del mundo que tiene un triunvirato de Corte Suprema, esto existe sólo en Argentina. Y después hay una cantidad de cosas: el artículo 280 del Código Procesal que aplicó la Corte para confirmar la condena a Cristina (Kirchner) no es la única aberración, hay otras. Mandar a revisar las sentencias de la justicia nacional al tribunal de la ciudad de Buenos Aires, que es provincial, en definitiva, o algo así. Después, declarar inconstitucional tras años la composición del Consejo de la Magistratura y tomarse la atribución de devolverle vigencia a la ley derogada, que justamente el da la presidencia al titular de la Corte… y podría seguir con una serie de cosas, pero tenemos un triunvirato que toma unas 20.000 decisiones por año, unas 20 por minuto, sin dormir, sábados y domingos, y sobre cualquier materia. Es decir, tenemos a tres que no duermen y que además de que pusieron la manito sobre la Biblia vino el espíritu santo y les dio toda la ciencia infusa sobre el Derecho. Eso es una ficción, es un fordismo fabricando decisiones judiciales. Por eso digo que la estructura institucional de nuestra magistratura no es la de un Poder Judicial, sino de una cosa descabellada. Por cierto, de esto no tiene la culpa este gobierno, ni los anteriores, sino todos, desde hace muchos años. Y a lo largo de nuestra historia cabe preguntarse, ¿nadie se dio cuenta de esto? Sí, hubo alguien: fue en la Constitución de 1949.

 

 

 

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