Villa amargó a River, que cayó ante Independiente Rivadavia de Mendoza
El exBoca hizo una de sus tradicionales jugadas -enganche hacia adentro y remate abierto- y abrió el tanteador para la Lepra mendocina en la fecha 23 de la Liga Profesional. En la previa del partido, se había definido como "100% bostero".
Sebastián Villa se convirtió en la pesadilla de River, en el duelo con Independiente Rivadavia, que ganó 2-1, en la fecha 23 de la Liga Profesional que se jugó en Mendoza.
El colombiano ratificó su vínculo con Boca, donde jugó siete años, y no tardó en alegrar a los hinchas de la Lepra mendocina en el Malvinas Argentinas, porque rápidamente anotó el 1-0 parcial.
Villa, que tiene una condena vigente por violencia de género contra su expareja-Daniela Cortés-, realizó una de sus típicas jugadas sobre la banda izquierda. Desbordó hasta la altura del área, enganchó, superó en velocidad a Federico Gattoni, el elegido por Marcelo Gallardo para reemplazar a Paulo Díaz, y definió abierto al palo izquierdo de Franco Armani.
En la previa, muchos simpatizantes del Millonario en las redes sociales habían cuestionado su entrada en lugar de Daniel Zabala, otro de los que estaba en la consideración del entrenador. Sin embargo, el Muñeco se decantó por el ex-San Lorenzo, quien también había sido titular ante Boca en La Bombonera y frente a Defensa y Justicia en Florencio Varela.
Pero a los 39 minutos del primer tiempo Facundo Colidio, de penal –no exento de polémica-, le dio el empate provisorio a River. Pero en la última jugada, Ezequiel Ham conectó un centro de Villa, para sellar el 2-1 final. Los suplentes de River fueron a increpar al colombiano, en un final escandaloso, mientras Marcelo Gallardo no ocultaba su enojo.
La animosidad con Villa se reavivó porque había recordado en la previa su paso por el Xeneize, al describirse como “100 por ciento bostero” en una entrevista con Ovación 90. Es que fueron siete las temporadas en las que defendió la camiseta azul y oro. De hecho, fue clave en varios Superclásicos que ganó Boca, sobre todo en los de la época de la Pandemia de Covid-19 y en el de la camiseta amarilla. En un momento, hasta se llegó a hablar de una “Villa-dependencia”, porque el equipo jugaba mal, pero derrotaba al resto por sus destellos individuales.
No obstante, su situación cambió rotundamente cuando la Justicia lo condenó a dos años y un mes de prisión condicional -una pena excarcelable- por haberlo encontrado penalmente responsable del delito de “amenazas coactivas, en concurso real, con lesiones leves calificadas” contra Daniela Cortés