La Iglesia reclamó por los recortes a los centros de prevención y recuperación de adictos
El titular de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Marcelo Colombo, advirtió la falta de fondos para establecimientos.

El obispo de Mendoza y titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo, realizó un fuerte reclamo en las últimas horas por “el recorte de los aportes a los centros de prevención y recuperación de adictos, así como la omisión y el retardo de las cuotas convenidas para el sostenimiento de los centros que, en condiciones muy precaria, todavía están funcionando”.
Como parte de la homilía realizada en conmemoración a Ceferino Namuncurá, en Río Negro, Colombo advirtió: “Una mirada meramente policial y judicial de la problemática de las adicciones nos deja sin herramientas para afrontar este flagelo, que deja a generaciones de jóvenes en la frustración y el sinsentido de la vida, además de poner en peligro su salud y la de su familia”.
“En la Iglesia argentina, Ceferino es patrono de la pastoral de adicciones; su identificación con Jesús nos invita a acompañar todos los esfuerzos para cuidar la vida amenazada de tantos hermanos adictos que desean salir de su situación”, planteó el representante máximo de la Conferencia Episcopal del país. Y agregó: “Pidamos a Ceferino que interceda ante el Señor para que se detengan esos verdaderos signos de muerte”.
Meses atrás, la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia expresó su preocupación por el gran crecimiento del narcotráfico y “la despenalización de hecho” de la venta y consumo de drogas a lo largo de todo nuestro país.
En el documento, se observó: “En las ciudades y pueblos de nuestro país, particularmente en las periferias y barriadas pobres, vemos que el narcotráfico va ocupando espacios sigilosamente y no se detiene. Da ‘trabajo’ a las personas y mientras que los barrios parecen tranquilos, se van desintegrando las familias y el narcotráfico extiende su vil campo de acción. Son nuestros adolescentes y jóvenes los que van entrando tanto en el consumo de drogas, como en la cadena de compra-venta de sustancias”.
La presencia de las Iglesias, con su trabajo en los campos de prevención, acompañamiento y recuperación, es clave para llegar antes que se ofrezca una vida ligada al narcotráfico, y también para levantar a los caídos, abrazar sus vidas así como vienen e intentar nuevos caminos en los que se reencuentren con ellos mismos, sus capacidades y sus entornos psico-socio afectivos”, señaló dicha comisión.