Una multitudinaria marcha contra Milei: “el poder avanza con más políticas de hambre, exclusión, persecución y represión”
La CTA y ATE marcharon nuevamente en resistencia al gobierno libertario. Allí se dio a conocer el documento “unidos por una argentina sin hambre, con paz, justicia social y soberanía”.
La CTA y ATE se concentraron este jueves en Plaza de Mayo, en el centro porteño, para repudiar la política de ajuste y desguace del Estado que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, con la notoria ausencia de la CGT, cuya mesa chica resolvió suspender toda acción hasta el año próximo.
“Desde que comenzó el gobierno que encabeza el presidente Javier Milei, las organizaciones sindicales y sociales hemos denunciado cada una de las políticas de ajuste y saqueo que se fueron ejecutando contra los derechos de las mayorías y que han logrado que aumente exponencialmente la desocupación, la pobreza y el hambre entre nuestro pueblo”, indicaron en un documento.
Las entidades destacaron que lograron confluir entre todas las centrales sindicales en un paro general el 24 de enero, medida que se volvió a repetir la misma fuerza el pasado 9 de mayo. “En el medio de esas dos grandes medidas de fuerza con movilización, se llenaron las calles el 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y el 24 de marzo para continuar reclamando más Memoria Verdad y Justicia frente a un gobierno que no sólo se para en un lugar negacionista de nuestra historia reciente, sino que además reivindica a la última dictadura cívica militar”, cuestionaron.
“Fuimos parte de la conmovedora jornada que el 7 de agosto protagonizaron decenas de miles de hombres y mujeres de la economía popular convocados por la UTEP en ocasión de la conmemoración de San Cayetano –recordaron-. Construimos también una de las movilizaciones más grandes desde el retorno a la democracia cuando el 23 de abril pasado miles y miles de alumnos, docentes y sindicatos, acompañados por gran parte de la sociedad, colmamos las calles para defender la educación pública. Esto se repitió desbordando la plaza de los Dos Congresos el reciente 2 de octubre. A todo este activismo organizado contra las políticas del gobierno nacional, se suman múltiples medidas de fuerzas y paros sectoriales a lo largo y ancho de todo el país”.
Pero advirtieron que “a pesar de esta resistencia el gobierno, detrás del cual se encolumnan las grandes corporaciones económico-financieras, el poder avanza con más políticas de hambre, exclusión, persecución, represión y supresión del estado social de derecho. Profundiza la agenda neofascista que, en nombre de una falsa libertad, levanta las banderas del neoliberalismo económico con el “Déficit Cero” como mecanismo de chantaje para desmontar la justicia social y someter a las instituciones de la República, además de endeudar a nuestro pueblo para subordinarnos a las directivas del Fondo Monetario Internaciona·l.
CTA y ATE denunciaron que el gobierno persiste “en su ataque a la Constitución Nacional, con políticas autoritarias como la creación del ‘comando nacional de seguridad productiva’, que pretende transformar el ejercicio de derechos fundamentales de los trabajadores en delitos. O como el reciente anuncio de ‘la Unidad Especial de Agentes Encubiertos’ para infiltrar, investigar clandestinamente y perseguir a dirigentes sociales, sindicales y políticos opositores. Así como el lanzamiento de una agrupación oficialista que se define como el ‘brazo armado’ del gobierno y que es promovido desde el seno de la Casa Rosada”.
Por todas estas razones, decenas de organizaciones sindicales, políticas y sociales coincidieron en la construcción de una Jornada Federal contra el Hambre, “para decirle al presidente que el trabajo, la salud, la educación y la seguridad social no son una mercancía. No estamos dispuestos a entregar el progreso social alcanzado por nuestra sociedad en más de un siglo de lucha. Y mucho menos aceptamos que se mancille la memoria y los compromisos históricos de nuestro pueblo como sucedió en las Naciones Unidas cuando Argentina rechazó la “Agenda 2030” y los Objetivos del Desarrollo Sostenible y cuando se votó en contra de la resolución que busca prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas. Además, se negó el cambio climático retirando la delegación Argentina Conferencia de la ONU en Azerbaiyan; se despidió a la Canciller por votar en contra del bloqueo a Cuba y fuimos el único país que votó en contra de los derechos de los Pueblos Originarios”, enumeraron.
“Marchamos por una vida digna para nuestros jubilados y jubiladas. Somos la lucha de nuestras comunidades educativas y de la salud; de los trabajadores privados y estatales, de los trabajadores de la economía popular; de las mujeres y diversidades; de las comunidades originarias, migrantes y refugiados; de la dignidad de las personas con discapacidad; de los sin techo. Marchamos en defensa de las economías regionales, de los pequeños productores del campo, de los medianos y pequeños empresarios. Le decimos no a un modelo sustentado en la especulación y la timba financiera. Marchamos por un nuevo modelo productivo, con reconversión industrial y tecnológica, por trabajo y salario digno. Y para que se termine con la tiranía de los DNU o el veto presidencial que neutralizan las instituciones de la República y quebrantan los equilibrios democráticos”, sostuvieron.
“Rechazamos rotundamente el proyecto del capitalismo salvaje que propugna Milei en el que la única libertad que les queda a los sectores populares es la de aceptar su condición de parias sociales. Rechazamos la mercantilización de la sociedad y el darwinismo social del sálvese quien pueda. Nuestra historia nos obliga a defender una Argentina que no renuncie a la justicia social y a la soberanía nacional, que es decir no renunciar a la capacidad de nuestro pueblo para decidir sobre su destino económico, político y social”, finalizaron. Y llamaron a una convergencia para dar continuidad y crear un espacio contra las políticas libertarias.