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Un estudio del Conicet de 2012 anticipaba un posible desastre climático en Bahía Blanca

La ciudad de Bahía Blanca enfrenta una crisis histórica tras intensas lluvias que desbordaron el sistema de drenaje, provocando inundaciones devastadoras. Hace 13 años, un estudio del Conicet ya advertía sobre la vulnerabilidad de la ciudad debido a su geografía y expansión urbana desordenada, factores que hoy agravan los efectos de las precipitaciones extremas.

Una investigación sobre hidrografía urbana publicada en 2012 por el Conicet ya advertía sobre la alta vulnerabilidad de Bahía Blanca frente a fuertes lluvias, una realidad que se confirmó de manera trágica en las últimas horas, con una histórica inundación que ha afectado gran parte de la ciudad, causando al menos 10 muertes y la evacuación de numerosas familias.

 

El estudio, según los informes más recientes, señalaba que la ubicación de Bahía Blanca en la parte baja de la cuenca del canal Maldonado y del arroyo Napostá la convierte en un área propensa a la acumulación rápida de agua durante precipitaciones intensas.

 

El análisis realizado por el Conicet, que se centró en el sistema de drenaje de la ciudad, identificaba la topografía del terreno, especialmente en zonas con escasa pendiente, como un factor que agrava la situación.

 

En estas áreas, el agua que baja de las zonas más altas erosiona las calles sin pavimentar, arrastrando sedimentos que terminan por obstruir los sistemas de drenaje en las partes más bajas de la ciudad. Esta obstrucción dificulta el desagüe del agua, lo que aumenta el riesgo de inundaciones frente a lluvias intensas.

 

Otro aspecto clave señalado por el estudio de 2012 fue el impacto negativo de la expansión urbana desordenada. El crecimiento de la ciudad, al generar superficies impermeables como calles asfaltadas y edificios, disminuye los espacios naturales donde el agua de lluvia podría ser absorbida.

 

Esto incrementa significativamente el volumen de agua superficial que no puede ser drenado adecuadamente, contribuyendo a la acumulación de agua en las zonas bajas, como se observa trágicamente en la actualidad.

La lluvia torrencial que en pocas horas superó los 290 milímetros, un volumen que normalmente se registra en casi seis meses, fue el detonante de esta crisis.

 

Sin embargo, los hallazgos del estudio del Conicet sugieren que las condiciones preexistentes, vinculadas con la geografía, el sistema de drenaje y la planificación urbana, empeoraron considerablemente el impacto de estas precipitaciones excepcionales.

 

La situación actual, con varios sectores de Bahía Blanca inundados por el desborde del canal Maldonado y el arroyo Napostá, y la interrupción de servicios públicos esenciales como el transporte, evidencia la magnitud de un problema que, según la investigación del Conicet, ya se percibía como una amenaza latente para la ciudad. (ADN Sur).

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