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Un docente de la UNSE fue suspendido por manosear a un alumno y piden su exoneración
El caso fue denunciado por alumnos que presenciaron el acto indecoroso, en plena clase de Forestales. Se instruyó un sumario y le dieron una sanción leve, que fue apelada.
Un docente de la carrera de Forestales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) recibió como sanción una suspensión de un mes por manosear a un alumno en una clase, delante de otros alumnos que presenciaron su escandaloso comportamiento. Esa resolución fue apelada, por considerar que fue insustancial, ya que tendría antecedentes.
El Centro de Estudiantes Diego Rodríguez Laguens expresó en un comunicado del 22 de agosto su malestar “ante una situación inaceptable que ha ocurrido en nuestra comunidad educativa: el abuso de poder por parte de docentes hacia estudiantes es una forma de violencia que no podemos ni debemos admitir”.
“Como estudiantes, no podemos seguir tolerando medidas consideradas y flexibles para actos que no hacen más que multiplicarse y aprovecharse de la falta de posición y perspectiva por parte de quienes emiten un juicio. Exigimos que se tomen las medidas necesarias para garantizar un entorno seguro y respetuoso para todos”, expresaron. También se solidarizaron “con quienes han sido víctimas de estos actos y reafirmamos nuestro compromiso en la lucha contra estas situaciones. ¡Basta de abuso de poder! Invitamos a acompañar a nuestros compañeros denunciantes y ayudemos a que su voz sea escuchada”.
El hecho ocurrió el 12 de octubre de 2022, en una clase de consulta en el aula 2, previa a un parcial, pero recién se conoció hace pocos días, después que un polémico fallo de un Tribunal Académico integrado por Soledad López Alzogaray, Carlos R. Juárez y Alejandro Auat.
Los miembros del tribunal consideraron acreditado el “hecho inusual”, que describieron como “el tocamiento por parte del profesor a un alumno (con aparente consentimiento), en la parte baja trasera, mientras este se encontraba sentado haciendo los ejercicios propuestos, ante la presencia de otros cuatro alumnos, tres de los cuales denunciaron haber sido afectados por presentar esta situación”, según reveló la Agencia Paco Urondo.
Juárez y Auat no encontraron contradicciones entre los alumnos testigos y calificaron el episodio como “una clara inconducta ética por haberse llevado a cabo en el aula, durante una clase de consulta y frente a alumnos, en un contexto de relaciones desiguales (docentes-alumnos), lo cual generó una afectación psicológica en los alumnos testigos“. López Alzogaray opinó que “es incompatible con el decoro con el que debe conducirse un docente universitario” y también advirtió que sería violencia de género contra las alumnas que lo presenciaron. Por eso tomó la postura de pedir su exoneración.
En conclusión, el 24 de junio y por voto de la mayoría, se dispuso sobre el docente la sanción de suspensión durante 30 días, sin cobro de sueldo, ni prestación de servicios. Fundamentaron esa sanción leve en que el denunciado no tendría antecedentes en sus 14 años de servicio. Además recomendaron implementar capacitaciones en la ley Micaela y un mayor control sobre las cátedras, para prevenir hechos de esta naturaleza.
Sin embargo, en el Programa de Géneros y Violencias de la UNSE existiría un testimonio de un alumno contra ese mismo profesor, al que señaló por haberlo supuestamente seguido hasta los baños para verlo orinar, al igual que a otros estudiantes. Por esa denuncia el docente fue citado al programa y luego se elevó un informe al decanato, sin que se conozca que se hayan tomado medidas. López Alzogaray tomó ese antecedente para pedir su expulsión, pero se impuso el criterio de los otros dos miembros del tribunal.
“Es incompatible con el decoro con el que debe conducirse un docente universitario”
El director de Sumarios de la UNSE, Christian Martín, apeló esa resolución al sostener que “una sola falta ética puede ser de tal gravedad institucional que no necesite el docente contar con antecedentes disciplinarios”.
Entre el estudiantado surgió la indignación contra el fallo por considerarlo insustancial, sobre todo porque una de las alumnas debió someterse a un tratamiento psicológico tras el episodio, y porque los alumnos del sancionado -incluso los que lo denunciaron- ahora se reencontrarán con él, como si nada hubiera pasado.
“En su apelación, el Dr. Martín planteó una pregunta que consideramos todos deberían replantearse: ¿dejarían que este docente les dé clases a sus hijos a puertas cerradas? La continuidad de un docente con antecedentes de este tipo es una decisión que afecta directamente a toda la comunidad académica”, advirtió el centro de estudiantes de Forestales.
Por eso los estudiantes denunciantes se presentaron ante el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Forestales para pedir que se tomen medidas y lo mismo harían en el Consejo Superior.