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Bolivia elige presidente este domingo y la derecha extrema es favorita

“Esta elección está hecha para que vuelva la derecha y no el pueblo boliviano", dijo el ex mandatario, Evo Morales.

Por primera vez en 20 años ni el ex presidente de Bolivia Evo Morales ni ningún representante designado por él participará de la elección presidencial de este domingo, lo que inaugura un nuevo momento histórico.

El líder cocalero que asumió la representación del movimiento indígena -hasta entonces marginado- y gobernó el país durante casi 15 años fue inhabilitado para presentarse a un cuarto mandato y apuesta a expresar el malestar con el voto blanco o nulo. Eso sumado a la feroz interna que protagonizó con su ex ministro de Economía y actual presidente, Luis Arce, provocaron que los dos favoritos son los candidatos crónicos Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga, el ex compañero de fórmula de la dictadora Jeanine Añez y el ex vice del dictador devenido en presidente electo Hugo Banzer, respectivamente.

Los sondeos los ubican cabeza a cabeza y la mayoría de los analistas pronostican un balotaje para el próximo 19 de octubre. Los dos candidatos vinculados con el oficialismo, el ex delfín de Morales, Andrónico Rodríguez, y el elegido por Arce, Eduardo del Castillo, están, en cambio, muy lejos, según las encuestas. El primero oscila entre un posible cuarto o quinto puesto; el segundo, apenas llegaría a cosechar un 2%.

Si bien “Tuto” Quiroga y Doria Medina tienen algunos matices, principalmente en la economía -el primero promete privatizar o disolver las empresas estatales deficitarias y un rápido acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, mientras el segundo propone mantener bonos sociales y dar apoyo estatal a algunas empresas- ambos participaron de propuestas antidemocráticas.

En el caso de Quiroga, fue vicepresidente del dictador Hugo Banzer y asumió la presidencia durante un año (2001-2002) luego de que éste -ya devenido en presidente electo- renunciara por enfermedad. Pero más cerca en el tiempo, en el gobierno de facto de Jeanine Añez, fue designado como delegado ante la comunidad internacional para lavarle la cara al golpe y denunciar al mundo las supuestas “violaciones de derechos humanos” cometidos por Morales.

Por su parte, Doria Medina fue elegido por Añez como candidato a vicepresidente en las elecciones después del golpe. Además, es aliado del ex gobernador de Santa Cruz, el departamento más poblado de Bolivia, Fernando Camacho, destituido y encarcelado por su participación en el golpe de 2019. Fue quien ingresó al Palacio de Gobierno con los militares y una Biblia en la mano cuando lo derrocaron a Morales.

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