Tragedia en Myanmar: “Estamos sacando gente con nuestras propias manos”
El movimiento telúrico alcanzó una magnitud 7,7 y dejó miles de víctimas.

La conmoción persiste entre los habitantes de Myanmar, tras el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió al país asiático, por lo que piden ayuda internacional antes el colapso de los rescatistas.
El epicentro se localizó 16 km al noroeste de Sagaing, cerca de la ciudad de Mandalay, y también se sintió en partes de China y Tailandia, donde se derrumbó un edificio en construcción.
Un hombre que formaba parte de un grupo de rescate compuesto por voluntarios estaba desesperado por conseguir maquinaria para llegar a las personas atrapadas bajo los escombros en el área de la ciudad de Mandalay.
“Estamos sacando a la gente con nuestras propias manos. No es suficiente para sacar los cuerpos y a las personas que están atrapadas bajo los escombros”, relató a la BBC. “La gente grita: ‘Ayúdenme, ayúdenme’. Me siento tan desesperado”, añadió desconsolado.
El último reporte del líder militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, del sábado por la tarde informó que 1.644 personas murieron y más de tres mil resultaron heridas hasta ese momento, pero se teme que las cifras puedan aumentar.
Debido a que Myanmar está gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de 2021, la información sobre víctimas ha sido limitada.
Una maestra de Mandalay le dijo al servicio birmano de la BBC que se encontraba en una oficina de la escuela con otros profesores cuando se produjo el primer temblor.
“Al principio fuimos a escondernos debajo de la mesa, pero después todo se nos cayó encima”, relató.
Aseguró que pudieron salir a un descampado mientras ocurrían replicas. “Podíamos ver cómo se sacudía el edificio de la escuela, cómo se resquebrajaban las paredes. Fue muy fuerte y yo estaba muy asustada”, le contó a la BBC.
Pocas horas después del terremoto pudo regresar a su casa, que ahora tiene las paredes agrietadas, mientras que varios edificios cercanos -incluido un hotel- se habían derrumbado.
“Puedo oír a algunas personas llorar, como madres y amigos, porque sus hijos siguen dentro del edificio. Ha sido realmente desesperante verlo”, añadió.
Mandalay, la ciudad comercial de Myanmar, junto con las regiones de Sagaing, Bago, Naypyidaw y Magway, así como el noreste del estado de Shan, han sido declaradas en estado de emergencia.
Edificios como hospitales, hoteles, escuelas y viviendas se han derrumbado en muchos barrios, y los equipos de rescate han tenido dificultades para encontrar sobrevivientes.
Un periodista afincado en Mandalay declaró que, tras el terremoto, seguían sacudiendo la ciudad más sismos de menor intensidad.
“Hay muy pocos sobrevivientes de los edificios derrumbados. No hay muchos trabajadores de rescate. La respuesta es muy lenta, lo que significa que hay muchas muertes”, informó.
“Puedo ver la tristeza en la cara de todos. Tengo que ver a la gente sufrir”, dijo el periodista.
“Ha sido realmente uno de los peores momentos de mi vida. Este terremoto ha sido un desastre. Necesitamos ayuda”, imploró.