Tensión por los precios del aceite: el Gobierno interviene para frenar subas
Las empresas del sector insistieron con aumentos del 9% al 12%, pero los supermercados se resisten. Comercio busca una instancia de diálogo.
Tras el conflicto del mes pasado, cuando las firmas aceiteras enviaron a los supermercados nuevas listas de precios con subas del 9% al 12% que no fueron aceptadas, mayo comenzó con una nueva presión empresaria para aplicar los incrementos.
Las cadenas se mantienen firmes en su negativa y cuentan con el respaldo del Gobierno, que prevé una reunión con el sector para intentar encauzar las negociaciones.
El secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne, ya le comunicó a un representante de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) su intención de abrir un espacio de diálogo que permita revisar los costos del sector y discutir la política de precios.
Según fuentes del ámbito comercial, en una nota publicada por Infobae, durante el fin de semana el Gobierno reforzó su mensaje hacia las cadenas para que rechacen las listas con aumentos del 9%. Esto agudizó la tensión en las tratativas entre proveedores y supermercados, que continúan estancadas.
Hoy, una botella de 900 mililitros de aceite de girasol se comercializa en torno a los $2.500, dependiendo de la marca. En el caso del envase de 1,5 litros, el precio varía entre $4.000 y $4.300.
Con un ajuste del 9%, el primer producto pasaría a $2.725 y las versiones más económicas del segundo superarían los $4.300.
En las últimas semanas, el Gobierno tomó un rol más activo en la fiscalización de precios empresariales, luego de que la inflación de marzo marcara un 3,7%. Para abril, las estimaciones privadas también proyectan un alza superior al 3%.
En ese contexto, el ministro Caputo no solo criticó públicamente a las empresas de consumo masivo, sino que también apuntó contra las automotrices por subas que, según el oficialismo, excedieron los márgenes razonables.
