Sepultaron en la UNSE las cenizas de un entrañable personaje
“Luisito” Acosta vivió toda su vida en la universidad, donde era el lustrabotas oficial. Fue velado en el hall del Paraninfo y sepultaron sus restos en el jardín.
Luisito “Cuchu” Acosta falleció el fin de semana, fue velado en el hall del Paraninfo y sus cenizas fueron sepultadas en el jardín de la Universidad Nacional, donde fue un personaje muy querido.
Era hijo de un sereno de la Facultad de Forestales, por lo que desde niño frecuentó la UNSE y se convirtió en “lustrabotas oficial”, ganándose el cariño de las autoridades, docentes, no docentes y alumnos. Se convirtió en parte del paisaje cotidiano de la universidad, a tal punto que durante los festejos por los 50 años de esa casa de altos estudios fue entrevistado por ser considerado parte de la institución.
Desde hace unos años comenzó a sufrir un cuadro de diabetes que fue agravándose hasta que ya no pudo trabajar y fue internado en el Hogar de Ciegos, desde donde se hacía llevar en silla de ruedas para visitar la universidad.
Si bien siempre recibió mucha ayuda solidaria y hasta fue albergado en la casa de algún docente, algunos lamentaron que después de tantas gestiones no hubiese sido contratado y tuviera cobertura de obra social.
Este martes se realizó le tributó un emotivo acto homenaje en el jardín de la universidad, encabezado por el rector Héctor Paz, donde sus hermanos plantaron un árbol junto a las cenizas del apreciado integrante de la comunidad de la UNSE.
Paz, la vicerrectora Marcela Juárez, algunos decanos y personal de la UNSE acompañaron a sus hermanos Alicia y Andrés y les transmitieron sus condolencias y los recuerdos imborrables compartidos con “Luisito”.
