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Santiago ya es sede primada: “Una reparación histórica y eclesiástica para nuestra Patria”

El flamante arzobispo primado de la Argentina, Vicente Bokalic, presidió la misa en la catedral santiagueña, ante la presencia de gran cantidad de fieles que celebraron jubilosos la nueva sede primada.

La celebración de traslado de la sede primada fue presidida por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, y participaron más de 20 obispos y decenas de sacerdotes de todo el país, así como peregrinos procedentes del interior santiagueño y de otras provincias, encabezados por las imágenes de Nuestra Señora de Sumampa y de Luján.

 

En este marco, las cinco parroquias de la ciudad, que integran el Decanato Banda, participaron activamente de la misa, con una procesión que partió desde la parroquia Santiago Apóstol recorriendo más de 7 km hasta el templo catedralicio.

 

Un momento central fue la lectura de la bula pontificia, a cargo del nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk. El representante papal oficializó de ese modo a Santiago como sede primada de la Argentina, elevando esa jurisdicción episcopal a arquidiócesis y nombrando a monseñor Bokalic como arzobispo y primado.

 

El documento, leído por el nuncio al inicio de la celebración, recuerda que el Papa “Pío V, en el año 1570, erigió la primera sede episcopal de la que hoy es la República Argentina, en la ciudad de Santiago del Estero, desde cuya catedral, templo dedicado a Dios en honor de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, el anuncio salvífico del Evangelio resonó por todos lados en la región tucumana”.

 

Por ello, concede “que esta Iglesia sea signada con un privilegio de especial honor”, y establece y determina “que la Sede Episcopal de Santiago del Estero sea elevada al grado y dignidad de Sede Arzobispal, permaneciendo sufragánea de la Sede Metropolitana de Tucumán; además, promover al obispo de Santiago del Estero, el venerable hermano Vicente Bokalic Iglic a la dignidad arzobispal” para, finalmente, transferir el título de Primada de la Argentina desde la Sede Metropolitana de Buenos Aires a la Sede Arzobispal de Santiago del Estero y, según la norma del canon 438 del Código de Derecho Canónico, conceder el título de Primado al Arzobispo pro tempore de esa misma Sede ahora arzobispal.

 

“La variedad de Iglesias locales debe ser congregada en la unidad, para que los vínculos de íntima comunión sean fortalecidos, y para que cada uno, según ha recibido la gracia, la administre a los otros, como buen dispensador de la multiforme gracia de Dios”, establece la bula que lleva la rúbrica del pontífice argentino.

“Rogamos a Dios, de quien procede todo bien, para que ilumine siempre el corazón y la mente de los fieles en Argentina y los haga fecundos con su amor; de manera que, investigando cuidadosamente los acontecimientos cotidianos, puedan gozar de progresos verdaderamente espirituales en la gloria”, concluye, y pide “que esta Constitución sea respetada constantemente, no obstante, cualquiera disposición en contrario”.

 

 

UNA REPARACIÓN HISTÓRICA Y ECLESIÁSTICA PARA NUESTRA PATRIA

La homilía estuvo a cargo del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien destacó que “esta es una reparación histórica y eclesiástica para nuestra Patria; es dar este título de honor a la primera diócesis en territorio argentino, la diócesis del Tucumán, erigida en estas tierras santiagueñas en 1570”.

 

“Me imagino hoy al título de la Primada pidiéndole prestada a los compositores Federico Ferreyra y Onofre Paz, la estrofa de una de sus chacareras y cantando: ‘Dejé mi tierra cantora por conocer otros pagos, voy andando los caminos, pero mi alma está en Santiago (?) Cuando yo pegue la vuelta, no sé ni cómo ni cuándo, tierra madre he de contarte, lo mucho que te he añorado’. Y aquí está de vuelta, aquí está la Primada en la ciudad, madre de ciudades; en la Iglesia diocesana, madre de diócesis”, comenzó expresando el prelado.

 

 Hoy hacemos el camino de vuelta, pero lo queremos recorrer como Mama Antula: descalzos y con el crucifijo. Descalzos de prejuicios y de intolerancias, descalzos de rencores y egoísmos, descalzos de miedos y enfrentamientos, descalzos y caminando con respeto y con cuidado porque entramos en tierra sagrada, en esta tierra fecunda que parió la Patria”, describió.

 

“Y con un crucifijo, porque como Mama Antula, queremos renovarnos en el anuncio del amor de Dios a todos los hombres y mujeres, de un Dios que nos ama tanto que entregó la vida por nosotros; por eso es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo”, puntualizó.

Asimismo, el arzobispo porteño planteó: “Queremos hacernos cargo que no nos sabemos escuchar; que, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismos”, y explicó que “así como existen los tapones de cera, también podemos tener tapones ideológicos que nos hacen intolerantes; tapones de soberbia intelectual que nos hacen dueños de la verdad que opinan de todos los temas; tapones del relato, porque nos construimos nuestra propia realidad dando respuestas a preguntas que nadie se hace y diciendo palabras que a nadie le interesa escuchar ni le sirven; los tapones del siempre se hizo así, apagando la creatividad de lo nuevo; los tapones de la nostalgia, creyendo que todo tiempo pasado fue mejor”.

 

Sin embargo, monseñor García Cuerva también celebró “la decisión del Santo Padre de transferir el título de Primada a la sede de Santiago del Estero”, y concluyó pidiendo a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Sumampa y de Luján, “que nos anime como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos a concretar el sueño de la fraternidad en la mesa de los argentinos”. (AICA)

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