Revelan cómo está Wanda Nara después de la crisis y el escándalo con Icardi por sus hijas
Icardi se llevó a las niñas tras 12 horas de tensión.

Wanda Nara vivió una jornada marcada por el drama y la confrontación este viernes en su residencia del complejo Chateau, ubicado en la Avenida Libertador. La presencia de Mauro Icardi, quien acudió al lugar para llevarse a sus hijas por orden judicial, desencadenó un operativo que incluyó desde fuerzas de seguridad hasta servicios médicos debido a un ataque de nervios de la famosa empresaria.
El proceso de entrega de las niñas se prolongó por casi once horas, en medio de escenas desgarradoras que incluyeron llantos, protestas y la confusión de las menores, quienes no entendían la situación. Incluso circuló el rumor de que Icardi planeaba trasladarlas a Turquía, lo que añadió más presión al ya tenso ambiente. Recién cerca de las 22:00, el altercado llegó a su fin.
En las primeras horas de la madrugada, Wanda Nara rompió el silencio a través de sus redes sociales. Con un mensaje dirigido a sus seguidores, escribió: “Qué día largo, gracias por el aguante de siempre”. La publicación, compartida en su canal de WhatsApp, rápidamente acumuló miles de reacciones, mayormente con emojis de apoyo.
Según fuentes cercanas al caso, Nara estuvo acompañada durante el dramático episodio por una amiga y su empleada doméstica. Aunque aseguró estar dispuesta a acatar la resolución de la Justicia, exigió hacerlo bajo sus propias condiciones, algo que las autoridades interpretaron como una táctica para retrasar el proceso. Las pequeñas volverán con su madre el 4 de julio, poco antes de que el futbolista regrese a Turquía.
El punto crítico del enfrentamiento habría sido la negativa de las niñas a separarse de Wanda, visiblemente afectada por el llanto. Este panorama, según testigos, exasperó a Icardi, quien denunció manipulación emocional. “Hay toda una situación de manipulación”, sostuvo una panelista cercana al conflicto. Finalmente, tras la mediación de las autoridades y la atención médica, las menores partieron con su padre bajo custodia policial, poniendo fin a doce horas de angustia.