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Rebelión, silbidos e insultos a los jugadores de Boca: lo que no se vio de la bronca de la hinchada

Los xeneizes explotaron contra el plantel tras el empate 1-1 frente a Deportivo Riestra en La Bombonera. La tribuna Sur se sublevó de La 12, que no acompañó el descontento en el primer tiempo. El grito de guerra del final fue la cúspide del descontento.

La Bombonera fue una caldera cuando el árbitro Yael Falcón Pérez decretó el empate final entre Boca y Deportivo Riestra, en el marco de la fecha 19 de la Liga Profesional 2024. El equipo de Fernando Gago, que no ganó en los 90 minutos regulares desde su aterrizaje en el corralito, recibió los silbidos e insultos de la gente, que después de mucho tiempo volvió a repudiar el nivel de los jugadores. Sin embargo, la bronca se venía gestando un rato antes, con el ingreso de Guillermo Fernández y la rebelión de uno de los sectores contra La 12, la voz cantante de Brandsen 805.

Los aislados silbidos que recibieron Guillermo Fernández, quien notificó al público y a la dirigencia que no renovará su contrato en diciembre, y Sergio Romero cuando los mencionó la voz del estadio ya marcaron la agenda de lo que sería una tarde dominada por la tensión. El arquero, ahora suplente por las actuaciones del joven Leandro Brey, regresó esta tarde a La Boca tras cumplir una sanción de dos partidos, producto de su pelea con un grupo de plateístas al término de la caída en el Superclásico contra River. Y si bien no fue notoriamente repudiado, la ausencia de una banca generalizada al héroe de los penales en la Libertadores 2023 significó un indicio de la incomodidad que vendría.

Antes del arranque del cotejo, la barrabrava entonó algunos temas contra Gimnasia y Esgrima La Plata, a raíz de los incidentes desatados el pasado miércoles en la cancha de Newell’s, que podrían haber terminado en una tragedia si no hubiera sido por la intervención de Juan Román Riquelme en la platea para calmar a policias y violentos. Hubo canciones particulares dedicadas al Lobo y otras que hacían referencias a la decisión de la hinchada de “no hacer amistadas” con otras.

Después del gol de Braian Sánchez, que dejó perplejo al cuerpo técnico de Pintita, los hinchas se cansaron de la pasividad y comenzaron a afinar el “Movete, Xeneize, movete”, que siempre es un himno para mostrar disconformidad de arranque, pero sin traspasar la línea de los insultos. En esta ocasión, sucedió algo poco habitual: la tribuna Sur, que está en el sector que da espaldas al predio de Casa Amarilla, se rebeló contra La 12 y se sumó al canto de protesta, que la barra prefirió omitir.

Pero las imprecisiones que mostró Boca en el segundo tiempo, antes de que Edinson Cavani anotara el 1-1 tras una cantidad incontable de pelotazos que desvió el arquero Ignacio Arce, provocaron que los dueños de la popular también se agregaran al hit basado en la canción “Estoy hecho un demonio”, de la banda Safari. Todos estaban alineados en una idea: el equipo de Gago estaba jugando mal y era necesario un golpe anímico para conseguir una reacción dentro del césped.

Ese cambio llegó con el tanto del Matador, mas Riestra estuvo cerca de llevarse un inédito 2-1 de Brandsen 805 luego de un rebote que dejó largo Brey en el último tiro libre del partido, aunque el golero con pasado en Los Andes se redimió e improvisó una fenomenal atajada para salvar el 1-1.

Y ahí se produjo la explosión. La gente ya había sido benevolente con Pol Fernández al otorgarle más aplausos que silbidos en su salida al túnel fruto de su roja directa, que incluyó un pedido de disculpas por parte del futbolista. Pero llegó el momento en el que no aguantaron la bronca. Pasados unos minutos del final, toda la cancha vibró con un contundente “jugadores, no rompan las pelotas, a ver si se dan cuenta, que están jugando en Boca”.

No es común que se escuchen este tipo de estrofas en La Bombonera. De hecho, hubo dos partidos puntuales en estos años en el que aparecieron canciones con fuertes insultos a los jugadores. La última vez había sido durante la derrota parcial ante Deportivo Pereira por la fase de grupos de la Copa Libertadores 2023. Ese día, el gol del empate de Alan Varela calmó la tensión y le permitió a Boca continuar con vida en el torneo. Tiempo antes, en el ocaso del ciclo de Hugo Ibarra como entrenador, la hinchada se había expresado en el empate 1-1 ante Godoy Cruz con un tema que rezaba: “A ver, a ver los jugadores si pueden oir, con la camiseta de Boca es ganar o morir”.

Este domingo La Bombonera volvió a hablar contra Riestra y fue lapidaria. Ahora, será tarea de los futbolistas levantar el nivel para cambiar la reprobación por los aplausos antes del 18 de noviembre, cuando vuelvan a Brandsen 805 con el objetivo de vencer a Godoy Cruz, en el marco de la jornada 21 de la Liga Profesional.

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