Pablo Díaz, el ídolo de Central Córdoba regresa al Maracaná para alentar desde la tribuna
El ídolo máximo de la institución viajará a Brasil con la ayuda de amigos, y analiza el presente del equipo y reconoce que él y algunos de sus viejos compañeros, están olvidados por la dirigencia.

El nombre de Pablo Federico Díaz estará ligado por siempre a Central Córdoba. El centrodelantero santiagueño que supo brillar en la institución, se convirtió en el ídolo máximo del club y paradójicamente, cumple el mismo día, el 3 de junio.
A sus 74, disfruta del presente del Ferroviario, su mirada sobre la Copa Libertadores, su regreso al Maracaná y un poco de sabor amargo por lo olvidado que está para algunos directivos, pese a que Central “es su vida”, como él lo asegura.
El Librepensador: Pablo Federico Díaz, una leyenda, un referente, un ídolo para todo el pueblo Ferroviario. ¿Cómo has vivido y cómo has visto el debut de Central en la Copa Libertadores?
P.D. – Primero, le agradezco sus palabras, que me hayan invitado, y bueno, yo lo veo a Central Córdoba en la Copa Libertadores bien, porque yo creo que el partido que hemos jugado hace días, no merecíamos no empatar porque merecíamos ganar, pero a veces tienen posibilidad de hacer gol y no se puede.
Yo lo veo bien a Central Córdoba, y tengo confianza en estos jugadores.
E.L. – El DT, Omar Defelippe, ¿qué le parece?
P.D. – Para mí lo tiene bien (al equipo), es una persona que sabe y hay que dejarlo trabajar, tranquilo, porque hay que darle tiempo.
E.L. – Central ahora está en Primera División, está afianzado y participando por primera vez en la Copa Libertadores, ¿qué te genera eso como hincha del club?
P.D. – Estoy feliz que las cosas le salgan bien a Central, porque Central es mi vida, he dado mi vida… he vivido en la San Martín y Colón, a un paso de Central Córdoba, le deseo lo mejor siempre.
Yo creo que todo Santiago del Estero tiene que sentirse feliz (por el presente de Central Córdoba), porque no es fácil estar en una Copa Libertadores y más en una institución como Central, que es una institución grande, todos tenemos que estar contentos y que las cosas nos salgan bien, y más en especial la hinchada Central Córdoba.
E.L. – Siente el cariño del hincha, pero ¿hay veces que faltaría que como institución, el club, tenga una cuota de reconocimiento hacia usted?
P.D. – Mire, señor periodista, yo creo que todo depende de ellos, yo no voy a andar golpeando la puerta ni nada, todo depende de los que están en el club, yo sé que yo merezco estar, pero no voy a andar golpeando la puerta para nadie, porque yo he ganado y estoy bien, estoy en mi casa, estoy con mi familia, estoy con mis nietos, estoy con mis hijos, y bueno, por eso le digo, todo depende de los dirigentes.
E.L. – Va a enfrentar a Flamengo la próxima semana, vas a tener la oportunidad de estar presente en el Maracaná, nada más, nada menos.
P.D. – Tuve la suerte de jugar en el Maracaná con Racing Club de Avellaneda, en el año 1972, he jugado con Racing cuando organizaron una gira, enfrentando al Santos de Pelé, el Benfica y Cruzeiro.
Han hecho un cuadrangular y ahí he jugado, tuve la suerte de jugar ahí en el Maracaná. Y ahora voy a poder ver a Central Córdoba. Gracias a amigos, como el doctor Alarcón, como el doctor Billaud, como el doctor Llugdar, que les agradezco porque me han invitado para que yo viaje a Brasil. Y eso me hace sentir bien, me siento bien porque creo que uno merece estar ahí, yo no puedo viajar porque no tengo dinero, pero ellos me han invitado y se los agradezco.
A disfrutar de esta experiencia y que vengamos con el triunfo. Yo le tengo fe al club, a Central Córdoba le tengo fe. Es difícil, pero tampoco imposible.
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Su carrera
Pablo Federico Díaz es uno de los hijos prodigios del fútbol santiagueño, a los 14 años llegó a las inferiores de Central Córdoba y dos años después ya debutaba en Primera División.
“Tuve la suerte de jugar con figuras como Antonio Caró, como Lito Córdoba, como Pieri Zaganía, como Alfredo Mackeprang, con todas esas figuras jugué yo. Yo era el “Benjamín”.
Pablo Díaz jugó luego en Atlético Tucumán, fue elegido el mejor jugador del interior en los campeonatos nacionales y llamó la atención de un grande, Racing Club, que vino a buscarlo en 1971.
“Pasar a una institución como Racing, una institución grande, y tener de compañero a toda esa leyenda. El Pato Filliol, a Quique Wolf, el Chango Cárdenas, que me aconsejaba, mi amigo, Chino Benítez, Daniel Onega, el Panadero Díaz. Con toda esa gente, ¿Cómo yo no me voy sentir orgulloso?”, cerró