Osvaldo Peiretti: “La explotación del bosque del Siglo XX se sigue pagando caro en Santiago”

Las Terceras Jornadas de “Historia de los Pueblos del Territorio de Santiago del Estero” comenzaron este viernes en la Universidad Católica (UCSE) con exposiciones sobre investigaciones sobre Santiago del Estero, y continuarán este sábado.

En la primera mesa, Rodolfo Legname y Gustavo Carreras, expusieron sobre el grupo de intelectuales de La Brasa, que tuvo su esplendor a principios del Siglo XX y marcaron la investigación científica en la provincia.

También se presentó el libro Historia de la política en el interior de Santiago del Estero del Siglo XX, a cargo de un equipo de investigadores. Osvaldo Peiretti explicó que se trata de un trabajo realizado con una metodología microhistórica y sin estructuración, ya que no es acontecimental ni cronológica.

“Es una historia que trata de encontrar significados a las acciones políticas de cuatro gobernantes clave: Antenor Alvarez, Manuel Cáceres, Carlos Juárez y Benjamín Zavalía. También cuatro intelectuales del interior que opinan sobre esa política y se toman cuatro ejes como el ferrocarril, las migraciones –que son un grave problema-, las jefaturas departamentales –que son la extensión del Poder Ejecutivo- y las realizaciones”, explicó.

“Como es una historia de la cátedra de Pensamiento Político, lo que trata es de encontrarle significado a la ideología y la realización del gobernante. Encontramos significados distintos a la historia tradicional: lo que suponemos que el gobernante ha hecho probablemente por convicción lo termina haciendo con acciones pese a que estaba convencido de que no era el camino adecuado. Por ejemplo, los gobernantes son muy agresivos en la primera parte del Siglo XX –por una cuestión presupuestaria- con nuestros bosques. Y ellos sabían que estaban destruyendo el futuro, pero de todas maneras siguen adelante”, reflexionó.

La única industria que cotiza en bolsa internacional a principios del Siglo XX es Quebrachales Tintina, que es de una multinacional de capitales extranjeros”.

En ese sentido, esa época estuvo marcada por las denuncias de corrupción por la entrega de miles de hectáreas de tierras fiscales para la explotación irracional. “Los negociados son graves porque incluso son intereses externos y Santiago del Estero llega a cotizar en la Bolsa de Bélgica, a través del quebracho, pero más que nada por el tanino. Eso no se sabe: la única industria que cotiza en bolsa internacional a principios del Siglo XX es Quebrachales Tintina, que es de una multinacional de capitales extranjeros. Y los capitalistas tenían una gran capacidad para hacer muchísimo dinero, mientras a los santiagueños les tocó muchísima pobreza”.

Por otra parte, diferenció a Weisburd, que floreció con la industrial de tanino y luego se convirtió en un establecimiento fantasma: “A la par de las exportaciones, por lo menos es una industria rural, que tiene un significado un tanto más social. De todas maneras, toda la explotación del bosque es una extensión de La Forestal y es la causante de gran parte de nuestra realidad del Siglo XXI. Y todavía esa estructura mental del capitalismo se sigue pagando caro en Santiago. Ese es el sentido de este libro: no es una historia para leer y quedarse en el pasado, sino para pensar en el futuro. Esa es la cuestión”, concluyó Peiretti.