Locales

No se trata de nombres, sino de un proyecto

El politólogo Diego Ramos compartió su reflexión sobre el proyecto colectivo del Frente Cívico por Santiago

*Por el Lic. Diego Ramos

En un tiempo en que la sociedad argentina siente que se les han caído las seguridades que tenían para vivir el trabajo, para vivir lo cotidiano, incluso en la percepción de que no hay salida y la situación es de incertidumbre, el modelo colectivo ético político del Frente Cívico por Santiago vuelve a plebiscitar el contrato social de “paz social y crecimiento” con su pueblo santiagueño. El gobernador, Gerardo Zamora, proclamó la fórmula para gobernador y vice gobernador, cerrando de este modo todas las especulaciones o conjeturas, para poner en marcha, no una etapa nueva, sino una continuidad.

Lo que está en juego en la provincia no son nombres, no se trata de la lealtad de “uno” que busca acceder al ejecutivo en relación a “otro” que termina el mandato, no es por ahí el análisis. Por lo tanto (sin desmerecer la trayectoria de quienes hoy componen la fórmula) tampoco se trata de una tarea del militante en justificarlos frente a las emociones que expresan “no me cae bien”, “prefería otra persona”, cuando lo que está en juego es la visión de algo mucho más grande: un modelo de Estado que ya no solo disputa admiración en lo local sino también en el plano nacional.

Poner en valor la naturaleza ética política del proyecto colectivo del Frente Cívico por Santiago derriba cualquier intento de señalar por parte de la oposición que se trata de un “acuerdismo”, práctica que si tiene existencia cuando los intereses son individuales, donde se prestan el poder para dañar los intereses de la sociedad, alejando al Estado del pueblo desde una agresiva anti política.

En un tiempo en que la sociedad argentina siente que se les han caído las seguridades que tenían para vivir el trabajo, para vivir lo cotidiano, incluso en la percepción de que no hay salida y la situación es de incertidumbre, el modelo colectivo ético político del Frente Cívico por Santiago vuelve a plebiscitar el contrato social de “paz social y crecimiento” con su pueblo santiagueño.

En este modelo de deterioro y abandono a los sectores más desprotegidos, el gobierno central lleva a delante un atentado sistemático hacia la materialidad de la vida “No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad” pronunció García Cuerva este jueves en la homilía por San Cayetano. A esta pobreza material deshumanizante que golpea a todo el territorio nacional por las medidas de ajuste, se le suman otros tipos de pobrezas históricas a las que ha enfrentado y viene batallando el Frente Cívico por Santiago, ¿de qué estamos hablando?

Históricamente el centralismo porteño, el conservadurismo y hoy con la “libertad” avanza, pretenden e insisten en instalar una “pobreza de protección”: desprotección de los ancianos, desprotección en el sistema de salud, desprotección en la educación, en las garantías constitucionales, pobreza que desde la reactivación de la obra pública, inversión en materia de salud y educación, el gobierno de la provincia deja en evidencia los dos modelos en juego.

Pero no solo ello, también desde la anti política, desde el discurso del odio y del desprecio por la vida, buscan generar en la sociedad una “pobreza de participación”, que son deslegitimadas con los resortes de la democracia funcionando a pleno, con el ejercicio legítimo de la militancia y el sentido de bondad y de justicia en la política.

Por último, desde el culto a la ignorancia buscan generar la “pobreza de comprensión”, clave para no ver y comprender cabalmente lo que está sucediendo. La confusión y el relato de la mentira, el otro tipo de pobreza que se pretende imponer deben seguir siendo contestados desde los argumentos, la racionalidad política y el espíritu que encarna este modelo provincial que se traduce en la gestión pública con un Estado ordenado, equilibrado y eficiente.

Entonces, no se trata de nombres, no es una cuestión emocional, no son acuerdismos estériles, se trata de un proyecto colectivo ético político con una visión que trascienden a las personas, por lo tanto, la formula contiene la exigencia aún mayor en el compromiso de proteger, participar y comprender para seguir transitando en los diseños de una provincia en crecimiento constante.

 

BIO DIEGO RAMOS

Es educador popular, licenciado en Ciencias Políticas, profesor de Filosofía y profesor en Ciencias Sagradas. Tiene estudios en Teología. Actualmente ocupa el cargo de vicepresidente del Colegio de Politólogos y Relaciones Internacionales en la provincia de Santiago del Estero. Promueve y coordina congresos y seminarios nacionales e internacionales. Ha generado espacios territoritoriales de formación y construcción colectiva del conocimiento para la promoción u formación de liderazgo y dirigencia politica.
Ha escrito innumerables artículos en torno a lo político y los comportamientos sociales por lo que es consultado por medios nacionales e internacionales. Dirige el Centro de Educación Popular Antonio Gramsci. Su artículos se pueden leer en: https://diegoramospolitologo.com.ar/ 

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