León Gieco: “Don Sixto siempre bendice todos los escenarios que piso”
Se cumplieron 110 años del nacimiento de don Sixto Palavecino, el “violinisto” y quichuista santiagueño. Su amigo del camino, León Gieco, evocó su obra y humanidad con un viejo recuerdo.

Se cumplieron 110 años del nacimiento de don Sixto Palavecino, el “violinisto” y quichuista santiagueño que llevó en alto su lengua materna a todas partes del mundo.
Si bien don Sixto vino al mundo un 28 de marzo de 1915, fue anotado en el Acta de Nacimiento del Registro Civil un 31 de marzo, pero de ello se enteró recién a los 50 años, cuando tuvo que hacer un trámite en dicho organismo. De todas maneras, siempre festejó su cumpleaños el 28 de marzo.
En conmemoración a su natalicio y la gran amistad que forjaron gracias a la música, León Gieco compartió en sus redes sociales oficiales una entrevista que le hizo la periodista Karina Micheletto hace unos años, a partir de un rescate que hizo su colega Silvia Majul.
A continuación, desde El Librepensador compartimos cual fue esa reflexión de León sobre el “sacherito” santiagueño:
“A Sixto lo hubiera conocido de todas formas, pero me llegó a través de un cassette que me pasó un chico que vivía en mi edificio: “Si a vos te gusta el folklore, tenés que escuchar esto’, me dijo. Lo puse y fue como la luz, un descubrimiento importante. Como escuchar por primera vez a Ry Cooder o a Atahualpa Yupanqui, o descubrir que existe la música afgana.
El cassette se llamaba Violinisto y santiagueño, y sigue siendo uno de mis preferidos. Era 1980 y se convirtió en uno de mis cassettes de cabecera. Me acompañó durante toda la gira del ’80 al ’82, en 600 actuaciones por el todo el país. Aquel era un momento especial en mi vida, yo venía del exilio y tenía miedo de actuar en Buenos Aires, así que elegí salir a recorrer el país. Fueron miles y miles de kilómetros, en auto y en camión, con cuatro discos de cabecera: uno de Bob Dylan, otro de Mark Knopfler, Renato Texeira y el de Sixto. Estuvimos dos años escuchando eso.
Sixto hace esas cosas, no pierde el tiempo. Es un tipo sabio. Él siempre está conmigo. En todos mis recitales muestro un video con imágenes suya. Cuando lo ven, siempre se paran todos a aplaudirlo. Bendice todos los escenarios que piso. El transmite bondad, esperanza, lucha, y vida, y eso a la gente le llega”.
Poema de León:
“Sixto”
Usted, que me bendice el escenario desde hace tiempo;
que nos ha unido con su hilo de violín;
que me habló de las voces de los duendes;
que me ha enseñado a ser gente;
a ser más bueno, a que todo se puede.
Usted, que llamó retoñitos a mis hijas;
que por teléfono me decía: “Eh, León,
que difícil de encontrarlo y que fácil de perderlo”.
Usted que resumía cualquier respuesta con un
“Y… si puede…”
se quedará en mi corazón para siempre.
Dueño de picardías, amores, sonrisas,
delicadezas, dignidad, sabiduría,
siempre con ese olor lindo a primavera.
Usted, que nos alentó con sus muchos años
será nombre de calles, plazas y parajes;
Será recordado por los niños de la escuela.
Sixto, con solo mencionar su nombre nos dio suerte.
Hoy, se lleva un poco de nosotros y a la tierra lo devuelve;
nos cuenta cómo cantan las estrellas;
nos envía melodías del espacio;
y nos enseña que es posible la amistad entre la vida y la muerte.