Las lluvias en Traslasierra apaciguaron el incendio donde intervino el avión hidrante de Santiago
Había comenzado hace casi una semana y arrasó más de 1.600 hectáreas.
Al sexto día de fuego se registró una ventana climática con tiempo más fresco, más calmo, más húmedo, por lo que bomberos, brigadistas y pilotos lograron contener el incendio de Guasapampa-Parque Nacional Traslasierra, de Córdoba.
“La lluvia de anoche acentuó el alivio. Hay guardia de cenizas en el orco quebrachal en esta mañana ventosa. Gracias enormes por tanto esfuerzo! Pero tanto daño… Cuando no alcanzan la prevención, la detección temprana, ni el ataque inicial, sale caro”, expresaron Familias Productoras de Traslasierra en sus redes.
Ese fue el escenario donde operó el avión hidrante Boeing 737 Fireliner de Santiago del Estero, para colaborar en sofocar los incendios que destruyeron 1.600 hectáreas. “Por segundo año consecutivo, arden las sierras de Pocho, en el Parque Nacional Traslasierra, la Reserva Arqueológica Guasapampa y campos vecinos. Ya se quemaron más de 4000 hectáreas de bosques serranos y arbustales, el tapiz continuo de monte de altísimo valor de conservación, en una zona sin fragmentación, sin urbanización y de difícil accesibilidad en el departamento Minas”, lamentó la entidad.
El secretario de Gestión de Riesgo Climático, Roberto Schreiner, destacó que la aeronave se sumó al combate de incendios forestales en Guasapampa, Departamento de Minas. El simulacro que realizó en el lago San Roque dejó atónitos a los cordobeses, pero fue una prueba para saber cómo maniobrar y descargar agua en casos de incendios de gran magnitud como el que se combatió en las últimas horas, en el comienzo de una época del año en que las condiciones climáticas comienzan a incrementar la presencia de distintos focos de fuego en los cerros y áreas naturales de la provincia.
El siniestro que afectó a la zona de Gusapampa, en el departamento Minas, provincia de Córdoba, logró ser contenido el viernes por la tarde, tras haber estado activo por una semana. Se calculó un daño superior a más de 1600 hectáreas quemadas, aunque los equipos de emergencia mantienen la vigilancia ante la posibilidad de nuevos focos.
Según informó Schreiner, los perímetros del área incendiada aún permanecían inestables. Por este motivo, se ordenó continuar con las tareas de enfriamiento en distintos sectores. Asimismo, señaló que se mantienen a la espera de que las precipitaciones ayuden a consolidar el control del fuego.
El siniestro, que se desató hace una semana en una región de monte espeso y de difícil acceso, afectó a más de 1.600 hectáreas. A raíz de la extensión que cobró con el paso de los días, se necesitó de la intervención coordinada de brigadistas del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC), el Plan Provincial de Manejo del Fuego, los bomberos voluntarios de diversas jurisdicciones y aeronaves hidrantes tanto del Plan Nacional como de la Dirección Provincial de Aeronáutica.
En el operativo participaron alrededor de 160 personas, organizadas en turnos que cubrían el terreno entre las 5 y las 17 y desde las 17 hasta las 5. Los aviones hidrantes desempeñaron un papel fundamental en las áreas de acceso más complejo, complementando el trabajo de los equipos terrestres.
