La UCR expulsó del partido a tres diputados “radicales con peluca” que apoyaron a Milei
Se trata de Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat. Están alineados con el Gobierno y desde la conducción partidaria ya habían advertido que querían desafiliarlos.
La UCR expulsó del partido a tres diputados nacionales que apoyaron las iniciativas de Javier Milei en el Congreso: son Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat. Los tres están alineados con el gobierno y desde la conducción partidaria ya habían advertido que querían desafiliarlos.
En el caso del cordobés Picat, valga recordar que su padre y otros familiares enfrentan una denuncia de Fiscalía de Estado de Santiago del Estero por presunta usurpación de 40.000 hectáreas de tierras fiscales de la exFábrica de Carbón Activado (FACA), en los departamentos Copo y Alberdi.
Las autoridades partidarias indicaron que “es innegable que los diputados imputados, en sus conductas flagrantes y dañinas, no son los únicos que fallaron a la UCR, otros Diputados dividieron el bloque en pos de estrategias personales, otros con acercamiento indebido al Gobierno, o dentro del Gobierno mismo como es el caso del ministro de Defensa”, sostiene la resolución del tribunal de Ética del partido radical.
En la misma línea, indicaron que “lamentablemente cercanos o acompañando a un presidente en las antípodas de nuestros principios, que no pierde oportunidad de denigrar a las instituciones y sobre todo a la Unión Cívica Radical y a Raúl Alfonsín”. Y sentenciaron: “Solamente la anestesia emocional y total falta de compromiso puede dar cabida a estas actitudes. Todo ello causa dolor, confusión e incredulidad en la sociedad y empobrecen a nuestra empobrecida UCR”.
En otro tramo del escrito, se afirma sobre los diputados expulsados del partido que “posteriormente a su primer voto que acompaña la decisión del bloque, realizaron una visita al Presidente, como una ofrenda al beneficiario del cambio de sus votos en la segunda instancia. Todo graficado fotográficamente para que no pase desapercibido el cambio y para quién”.
Y remarcaron: “Más que un cambio de voto, apareció como un ‘cambio de bando’. En un País carcomido por la corrupción política, difícilmente se pueda pensar en otra razón que no sea acorde con esta triste realidad. La mujer del César debe ser y parecer”.
El caso es que no todos los radicales están en la misma línea. La diputada nacional Pamela Verasay, que responde al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, apuntó contra la conducción partidaria: “Un puñado de dirigentes pretenden que la UCR se convierta en un partido chico, sin voluntad constructiva y muy alejado de los deseos de sus votantes. Queda claro que unos pocos han perdido la visión del conjunto y sólo se escuchan entre ellos”.
En el mismo sentido se expresó el también diputado nacional Lisandro Nieri: “La decisión del Tribunal de Ética es totalmente arbitraria. Una conducción perdida, que no para de hacerle daño a la UCR y la aleja de nuestros votantes”, apuntó el legislador desde su cuenta de X. Y cuestionó: “Absolutamente parcial. A Picat, Campero y Arjol sí, pero nada hizo cuando un senador votó distinto a su bloque”. (TN).