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¿La pobreza y la indigencia disminuyeron, como afirma el gobierno libertario?

El gobierno de Milei anunció una supuesta disminución de la pobre y la indigencia, en su lógica de brindar constantemente "datos alentadores" para sostener su relato. Sin embargo, los indicadores utilizados por INDEC son cuestionables técnicamente.

Por Eduardo Rapetti Salik (*)

El gobierno de Javier Milei publicó un anuncio que indica que la pobreza bajó del primer semestre del año pasado (2024) al segundo del mismo año de un 52,9% al 38,1%, lo cual no indica que los argentinos estemos pasando por un buen momento. Paso a explicar qué es lo que está midiendo el gobierno nacional, el INDEC mide la pobreza de manera semestral y sólo toma de indicadores los ingresos. No están contempladas las condiciones de vida, salud, educación ni el endeudamiento. Todos los datos mensuales o medidos por trimestre que muestra el gobierno de Milei no responden a fuentes oficiales y sólo manejan la lógica de dar a conocer de manera rápida “datos alentadores”.

 

Con el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) la pobreza bajó durante dos semestres consecutivos, pasando del 30,3% al 25,7%, aunque luego volvió a subir. Una baja sostenida reflejaría una mejora real, lo que no se da en ninguno de estos casos, pero sí ocurrió entre los años 2003 y 2013 donde bajó casi 40 puntos de manera ininterrumpida. ¿Quiénes estaban en el poder?, sí, correcto, los K (con los K vivías mejor).

 

La pobreza en Argentina se mide de la siguiente manera: si ganas más que la Canasta Básica Total (CBT), no sos pobre, aunque vivas en condiciones indignas o te hayas endeudado para comer. La CBT tiene ponderaciones discutibles (servicios, alquileres, salud). En la canasta los alimentos y bebidas conforman un tercio de la misma, mientras que la vivienda con todos los servicios, salud y transporte, conforman menos del 10% de la misma. Vale tener en cuenta que todos los rubros mencionados han aumentado muy por encima de los ingresos. Un 400% en servicios, los alquileres al doble de la inflación y los combustibles a niveles exorbitantes (en 2003 con un dólar cargabas hasta 4 litros de combustible y hoy con un dólar apenas sólo 1 litro). Un dato importante es que lo que más aumenta influirá poco en la medición, al igual que sucede con la medición de la inflación.

 

Más datos de lo que sucede en la economía real, los salarios se recuperaron de manera parcial en el segundo semestre del 2024, con lo que se compensó la brutal caída inicial, pues no nos olvidemos que de un día para el otro se devaluó la moneda argentina en un 118% en una payasesca alocución en cadena nacional que brindó el actual ministro de economía, Toto Caputo. Las jubilaciones mínimas, con o sin bono, siguen muy por debajo de las que se cobraban en el año 2023 (un jubilado de la mínima cobra hoy aproximadamente 330 mil pesos) con restricciones a medicamentos que también aumentaron por encima de la inflación. El desempleo subió del 5,7 al 6,4% con una caída del consumo de -14%. El PBI (que tanto lo mencionaban en los gobiernos de CFK) cayó debido a la sequía del año 2023. De esta manera, la ecolonomía no muestra señales de una mejora real.

 

El gobierno nacional eliminó trabas a la importación de alimentos, pero es un truco, subiendo en un 82% en el año 2024. Podemos hacer un poco de memoria y pensar qué pasó durante la presidencia de Carlos Menem (todo por 2 pesos) dónde la importación era la vedette. La industria nacional murió y con ella miles de puestos de trabajo directos e indirectos que llevaron a un desastre económico que desencadenó en diciembre de 2001. Es importante este indicador porque se intenta sostener un dólar barato con deuda. Y es por eso que Milei y Caputo están desesperados por el desembolso, a libre criterio, de los 20 mil millones de dólares del FMI.

 

Con todo esto se cae una de las mentiras con las que llegó Milei al poder, engañando a más de 14 millones de electores que lo eligieron en segunda vuelta. No hay mérito libertario, el dólar sigue intervenido en su modelo oficial como en los financieros, el cepo sigue vigente y la tasa de interés no es libre. O sea, el mercado no se regula solo, tal como proponía en campaña La Libertad Avanza que hoy abraza al Banco Central cuando en campaña decía que iba a cerrarlo.

 

Si el gobierno logra cerrar el acuerdo con el FMI, podrá seguir sosteniendo un dólar bajo y las importaciones, con lo que seguiría bajando la pobreza estadística. La calidad de vida no va a mejorar, la baja es de un número, pero no la pobreza estructural.

 

(*) Docente y periodista.

 

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