La OMS ubica a la Argentina entre los países con más niños obesos menores de cinco años
La obesidad infantil podría duplicarse en la próxima década y los profesionales piden revertir esta tendencia, con educación y acción colectiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubicó a Argentina en el puesto 11 entre los países con más niños obesos menores de cinco años, mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef informaron una prevalencia de obesidad en menores de cinco años de 12,9%, la más alta de la región sur.
la Federación Mundial de Obesidad proyecta un incremento del 100% en la obesidad infantil para 2035, lo que implica un desafío inminente para las políticas públicas y el bienestar de las generaciones futuras.
Por un lado, el sedentarismo, exacerbado por el tiempo frente a pantallas, desplaza el movimiento físico y las actividades lúdicas.
Por otro lado, la alimentación basada en productos ultra procesados -altos en azúcares y grasas saturadas- domina el menú diario de muchas familias.
Se percibe que el problema es que en el caso de los alimentos ultra procesados, además de ser más accesibles económicamente, generan adicción y desplazan opciones frescas y naturales.
En la actualidad, ya se presentan enfermedades crónicas asociadas tradicionalmente a adultos, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, esteatosis hepática (hígado graso) y apnea de sueño.
A su vez, la obesidad afecta profundamente la autoestima de los niños, generando aislamiento, bullying y problemas emocionales como ansiedad y depresión.
Los profesionales de la salud coinciden en regular la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños, implementar impuestos a bebidas azucaradas y garantizar opciones nutritivas en las escuelas.
Así también, fomentar la alimentación saludable desde los primeros mil días de vida, con énfasis en la lactancia materna y la introducción de alimentos frescos.