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La intervención de Radio Nacional se niega a pagar ropa de trabajo, pero contrata amigos con sueldos millonarios

El director mileísta, Héctor Cavallero, ordenó no pagar el ítem ropa para los trabajadores de las 49 emisoras, mientras contrata artistas de teatro para conducir programas, por sumas millonarias. Ahora buscan reformar el Convenio Colectivo de Trabajo, de 1975, para avanzar contra derechos adquiridos por los empleados de la radio pública”.

El director ejecutivo de Radio Nacional Argentina (RNA), Héctor Cavallero, se niega a pagar el ítem ropa de trabajo, pese a estar contemplado desde 1975 en el convenio de trabajo, mientras contrata a figuras del teatro para conducir programas, por cifras millonarias.

 

Ese ítem se paga dos veces al año. Con el sueldo de marzo debía pagarse la primera cuota, pero los gremios también debieron recurrir a la Secretaría de Trabajo para que se abonara, lo que recién ocurrió en mayo. En ese momento se adujo que se trataba de una práctica denigrante y que se buscaría incorporarlo al sueldo, pero, en cambio, en septiembre debía generarse la segunda cuota, pero otra vez resolvió que no se pagara.

 

La radio dejó de ser federal. El productor teatral devenido interventor contrata por sumas millonarias a figuras de ese ambiente, como Diego Ramos, al que se otorgaron tres horas por la mañana de lunes a viernes, con repetición obligatoria para las 49 emisoras por AM y FM, lo que implicó levantar programación local. Sólo quedaron disponibles dos horas, cuando no se ocupa una parte con las conferencias de prensa del vocero Manuel Adorni, que también son obligatorias. Otra de las figuras del mundillo teatral que obtuvo espacio fue Aníbal Pachano, Andrea Estevez Mirson, Gaston Pauls, entre otros conductores que modificaron la grilla con la nueva gestión.

Héctor Cavallero y Diego Ramos, quien llama “su padre” al interventor de Nacional, que le entregó el horario central de las mañanas.

Es decir, se da la lamentable paradoja de que los oyentes de provincia conocen más del estado de tránsito de la General Paz o la Panamericana, pero ignoran lo que sucede en sus propios territorios. Lo que se conoce como “porteñocentrismo” exacerbado.

 

Todos los programas “externos”, realizados sin ningún tipo de remuneración de sus conductores fueron levantados por la intervención, incluso uno de los ciclos más longevos como “El Alero Quichua Santiagueño”, con más de medio siglo al aire. Ese programa debió mudarse a Radio Universidad de la UNSE, por la indiferencia de la conducción nacional.

 

El gobierno libertario fue más allá del ajuste del exministro de Medios macrista, Hernán Lombardi, al despedir unos 500 contratados en todo el país, lo que prácticamente vació turnos completos de numerosas radios. En Santiago fueron 7 contratos que no se renovaron, según denunció el Círculo de la Prensa. Pero también dio de baja a la página web de nacional, que se nutría con informes de periodistas y productores de la cadena en todo el país, que fue reemplazada por una productora de contenidos centralizada en CABA, para asegurar una bajada de línea favorable al gobierno.

 

Para reforzar esto, en las emisoras de provincias se nombraron “coordinadores”, no ya directores, entre militantes afines al mileísmo, como “comisarios políticos” para garantizar su prédica oficialista.

 

Los intergremial que responden a la CGT, pese a su inicial agitación, se mantienen en silencio ante esos avances contra la radio pública.

 

Una excepción es ATRANA, un gremio interno de la radio, que, no obstante, por carecer de personería gremial no interviene en paritarias, pero que denuncia el vaciamiento de la mayor cadena de emisoras del país, al sostener la desinversión, el centralismo de los contenidos y una pérdida salarial de arrastre que hoy ronda el 50%. “El Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) 32/75 es un convenio que se impuso en un marco de luchas obreras en alza, logrando superar la burocracia sindical creada por el Estado para desarticular la organización de las y los trabajadores. El proceso que culminó con la firma de éste y otros tantos CCT se gestó a lo largo de años de acumulación de fuerza política de los trabajadores, fuerzas que desafiaban abiertamente las políticas de contención estatal”, expresó en un comunicado.

Una de las numerosas radios abiertas en defensa de Nacional.

“En este momento estamos convocados a defender esos derechos conquistados por una clase obrera fuerte y organizada, que frenó la explotación con organización y lucha. La inflación ha erosionado el salario real y los que firman nuestras paritarias han permitido que pasemos meses sin aumento atacando directamente nuestra forma de vida. Hoy quieren dar un golpe más al salario desbaratando nuestro Convenio Colectivo de Trabajo”, se indicó.

 

ATRANA alertó que “RTA está llamando a reformar nuestro CCT 32/75E –y los paritarios aceptaron el convite calladitos- argumentando que ‘(…) el presupuesto nacional correspondiente al ejercicio 2024 no fue sancionado por el Congreso de la Nación, ello ha obligado al Poder Ejecutivo a prorrogar el presupuesto del año 2023 mediante DNU 88/2023, situación que ha provocado serias restricciones presupuestarias en RTA SE. Así las cosas, y dada la delicada situación por la que atraviesa RTA SE se han desarrollado una serie de acciones que redundan en una mayor eficiencia económica para encontrar un adecuado equilibrio y transitar esta situación. Es por ello que, consideramos conveniente reiterarles nuestra rogatoria para generar un ámbito de negociación que propicie la readecuación del marco regulatorio específico y sus respectivas prácticas laborales. Todas estas acciones permitirán seguramente, dotar de mayor sustentabilidad a la organización en su conjunto (…)’”.

 

Indicaron que los trabajadores “no tenemos responsabilidad alguna en estos argumentos esgrimidos por la patronal sin embargo pretenden que seamos nosotros los que paguemos la crisis. El concepto de sustentabilidad en este contexto de ajuste brutal, es utilizado para justificar políticas de austeridad que reducen los costos laborales en nombre de la eficiencia; no es más que una máscara ideológica para ocultar la intensificación de la explotación laboral. Bajo este pretexto se promueve la reducción de salarios, beneficios y condiciones laborales, perpetuando así la superexplotación y precarización de quienes trabajamos en la radio”.

 

“Hoy nos quieren cambiar el pago de la ropa por la reforma del convenio y así matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, no nos dan aumento de salario y ‘abultan’ la miseria que cobramos con la ropa y por otro con el sambenito de que ‘hay que modernizar el convenio porque no expresa lo que hacemos’ y todo ese palabrerío, nos cercenan todos nuestros derechos.  Inaceptable. Debemos defender nuestro convenio con el mismo espíritu con que nos defendimos de la privatización”, instaron.

 

“No podemos dejar esta pretendida reforma en manos de los sindicatos que sistemáticamente entregan nuestro salario y esconden nuestras garantías conveniales, permitiendo que en Radio Nacional haya trabajadores que no cobran lo mismo por la misma tarea y con diferencias sustanciales de derechos como son nuestros compañeros y compañeras de las LT LV y LU”, radios privadas que fueron absorbidas por el Estado, cuya situación laboral es aún más precaria.

 

Advirtieron que “o salimos a luchar o vamos a morir de hambre todas y todos y Radio Nacional va a estar regida bajo lógicas empresariales que nada tienen que ver con la función de una radio pública”, por lo que convocan a una gran asamblea para definir las acciones.

 

La radio pública no escapa a la lógica de la “motosierra” mileísta, que por un lado vacía organismos públicos, pero, por otro, genera oportunidades de negocios y puestos con salarios privilegiados para sus militantes y simpatizantes.

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