La falta de transferencias nacionales a Santiago del Estero complica el escenario fiscal
El impacto del ajuste realizado por el actual Gobierno de Milei afecta a jurisdicciones del Norte Grande .

La provincia de Santiago del Estero enfrenta un escenario económico cada vez más complejo debido al incumplimiento por parte del Gobierno Nacional en el envío de fondos comprometidos.
Dos ejes principales agravan esta situación: la baja ejecución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la acumulación de una abultada deuda derivada de la actualización del Consenso Fiscal 2017.
En lo que va de abril, la distribución de los ATN ha sido mínima. De los recursos recaudados para este fondo en 2025, solo se ha ejecutado el 20,3%. Esto se traduce en una transferencia total de apenas $2.500 millones, de los cuales únicamente la provincia de Chaco recibió fondos.
El resto de las provincias, incluyendo a Santiago del Estero, no fueron beneficiadas, a pesar del contexto inflacionario y de emergencia social que atraviesan muchas jurisdicciones.
En el caso de Santiago del Estero, tan solo por el ítem “Consenso Fiscal”, la Nación adeuda a la provincia más de $ 46 mil millones.
Desequilibrios financieros
La falta de asignación de estos recursos, destinados justamente a atender desequilibrios financieros y urgencias provinciales, representa una señal de alerta para los gobiernos locales que deben afrontar gastos crecientes sin el acompañamiento esperado desde la Nación.
A esta situación se suma una deuda considerable que la administración central mantiene con Santiago del Estero en concepto de compensaciones fiscales acordadas en el marco del Consenso Fiscal 2017.
Según datos oficiales, el monto adeudado a Santiago del Estero supera los $46.600 millones.
Este incumplimiento no solo tiene un fuerte impacto en las finanzas provinciales, sino que también pone en cuestión la sostenibilidad de los acuerdos federales que buscan garantizar cierto equilibrio entre las distintas regiones del país.
En este contexto, la provincia se ve obligada a enfrentar mayores desafíos presupuestarios, con recursos que no llegan y compromisos que deben sostenerse.
La demanda de una respuesta por parte del Estado Nacional crece, mientras se acentúan las asimetrías entre el centro y el norte del país.