Científicos dan a conocer los 7 alimentos que pueden aumentar el riesgo de deterioro cognitivo
Una alimentación equilibrada puede retrasar el envejecimiento patológico y reducir la inflamación crónica asociada a la edad

El vínculo entre los hábitos alimentarios y el riesgo de múltiples patologías ha dejado de ser una sospecha para convertirse en una certeza estadística, respaldada por investigaciones rigurosas.
Durante 15 años, un equipo de investigadores siguió de cerca a casi 2.500 adultos mayores en Suecia, con el objetivo de entender cómo los patrones alimentarios afectan la salud al envejecer.
El trabajo, publicado en Nature Aging y recogido por Daily Mail, revela que quienes optaron por dietas poco saludables —ricas en carnes rojas, productos procesados y bebidas azucaradas— desarrollaron enfermedades crónicas y deterioro cognitivo a un ritmo mucho más rápido que aquellos que eligieron modelos alimentarios saludables, como la dieta mediterránea o la dieta MIND.
Los resultados dejaron claro que las malas elecciones alimentarias no solo afectan un órgano, sino que se relacionan con la acumulación simultánea de varias patologías, fenómeno conocido como multimorbilidad.
Comer carnes rojas, productos procesados y bebidas azucaradas— provoca enfermedades crónicas y deterioro cognitivo a un ritmo mucho más rápido que aquellos que eligen modelos alimentarios saludables.
De acuerdo con los expertos, los alimentos asociados con mayor riesgo de demencia son:
Carnes rojas: asociadas a mayor riesgo de deterioro cognitivo en estudios a largo plazo.
Embutidos y fiambres: su consumo frecuente se relaciona con la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Alimentos ultraprocesados: ricos en aditivos, se vinculan con un incremento de la multimorbilidad y la demencia.
Bebidas azucaradas: su consumo elevado impacta negativamente en la salud cerebral.
Dulces industriales: aportan azúcares y grasas trans, ambos factores de riesgo para deterioro cognitivo.
Frituras: su alto contenido de grasas poco saludables puede favorecer procesos inflamatorios asociados a la demencia.
Comidas rápidas: habituales por su practicidad, pero peligrosas por su perfil nutricional desfavorable en el contexto de la salud mental y neurológica.
De cara al futuro, los investigadores insisten en la importancia de adaptar las recomendaciones a cada grupo de adultos mayores según variables como edad, sexo y condiciones sociales o médicas. Así, la pregunta diaria de “qué comer” podría convertirse en una de las decisiones más relevantes para vivir más y mejor.
Fuente: Infobae.