Estados Unidos retiró a los arándanos argentinos producidos con trabajo infantil o forzoso
Organismos públicos y privados del país se comprometieron a fortalecer el trabajo decente en las provincias productoras.
El trabajo infantil era frecuente en el sector del arándano, concentrado en provincias de Tucumán, Entre Ríos y Buenos Aires, con niños escondidos durante inspecciones y ausencias en la escuela durante la temporada de cosecha en Argentina.
Así lo dio a conocer un informe publicado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL), que retiró a los arándanos argentinos de su lista de bienes producidos con trabajo infantil o trabajo forzoso, marcando un hito en la lucha contra esta problemática en el sector rural.
Este disposición “posiciona a Argentina como el primer país latinoamericano en alcanzar esta meta y es el resultado de siete años de esfuerzo coordinado entre el sector privado, liderado por el ABC (Comité Argentino de Blueberry)-Comité Argentino de Arándanos y las asociaciones de productores regionales: Apratuc (productores de Tucumán), Apama y CAPAB, en conjunto con el sector público mediante el Programa Buena Cosecha y la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil del Gobierno nacional, y los ministerios de Trabajo y otras reparticiones de las administraciones provinciales”.
Adrián Luna Vázquez, presidente del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), destacó el impacto de las acciones coordinadas para transformar el sector, como parte del “fruto del esfuerzo sectorial donde tanto productores como organismos provinciales y nacionales junto al Comité Argentino de Arándanos (ABC) pudieron establecer sistemas de cumplimiento social que involucra a la cadena de valor de la actividad. Desde el Registro pudimos aportar nuestro grano de arena con los centros de cuidados de niños, niñas y adolescentes”, afirmó.
Explicaron desde el RENATRE que cuentan con los Centros CRECER, orientados a hijos de trabajadores rurales durante la época de cosecha, son espacios que previenen el trabajo infantil y favorecen el cuidado integral de la niñez y adolescencia donde se genera estimulación temprana, talleres recreativos, deportivos y alimentación nutricional, entre otros.
Tras esta disposición, los diferentes organismos públicos y privados del país trazaron el compromiso de buscar que todas las actividades, economías regionales y sectores tracen una línea necesaria y conjunta con el objetivo de fortalecer el trabajo decente.