Envían a juicio a profesor de natación acusado de abusos sexuales contra dos niñas
Las menores revelaron que eran constantemente vejadas durante las clases y se reunió evidencia que llevó a la cárcel al imputado. Una jueza rechazó los planteos de su defensa, pero le concedió la excarcelación.

La jueza de Control María del Huerto Bravo Suárez ordenó este viernes elevar a juicio una causa contra un profesor de natación acusado por abusos sexuales contra dos niñas que eran sus alumnas, al tiempo que le concedió la excarcelación.
La magistrada consideró válido el requerimiento de la fiscal Pilar Palavecino y del querellante particular Gabriel Coronel Chalfón contra el imputado, de apellido Saliega, de 38 años, por los supuestos delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su condición de guardador en concurso real, contra las dos menores.
Con esa medida rechazó la oposición de la defensa del acusado –a cargo de Eugenio Chavarría y Maricel Beltrán– a enviarlo a juicio, también desestimó el pedido de sobreseimiento total y definitivo y al cambio hacia una calificativa más moderada.
En la misma resolución le otorgó el cese de prisión preventiva, a cambio de una fianza de $2 millones, más estrictas normas de conducta que le prohíben acercarse o contactar a las víctimas o testigos. Caso contrario volverá a ser detenido hasta que se concrete el juicio.
El caso explotó a fines de 2024. Una niña de 13 años que concurría a un centro de rehabilitación acuática de calle San Martín al 800 reveló que al menos en cuatro ocasiones había sufrido manoseos sexuales de parte del acusado, en presencia de otros niños. Esta niña acudía a esa terapia por una cirugía de sus rodillas y el examen médico detectó que tenía un desgarro en su zona genital.

En enero Saliega fue indagado, pero se abstuvo de declarar. En marzo fue detenido cuando salió a la luz otro caso, de una niña de 13 años con retraso madurativo, quien relató ultrajes similares mientras realizaban terapias en la pileta. Esa menor contó que los ataques los cometía alejándose del sector que tomaba una cámara de seguridad que cubría la pileta.
El propietario del centro, Hernán Castellini, declaró que en diciembre del año pasado se suscitó un incidente cuando la madre de una de las niñas regresó enfurecida porque su hija le había contado de los abusos, por lo que al día siguiente vieron los registros de las cámaras. La madre, que es profesora de Educación Física, notó que había un contacto innecesario. Y que en febrero de este año también el padre de otra de las menores le comunicó que había sufrido abusos, por lo que su exesposa, que es abogada, lo acompañó a radicar la denuncia.
En la audiencia, la fiscalía sostuvo que “hay evidencias claras que acreditan que los delitos existieron”. Entre ellas, los registros en video del primer caso, aunque se lamentó que se hayan perdido los del segundo, porque cuando se denunció en febrero ya se habían borrado, dado que se conservan sólo un mes. También consideró evidencias destacadas las entrevistas en Cámara Gesell de las niñas y los exámenes médicos.
El querellante también solicitó que se rechazara el pedido de sobreseimiento por “la enorme gravedad de los hechos que se cometieron contra dos menores, quienes fueron sometidas a situaciones humillantes en un contexto en el que el imputado, en su calidad de profesor, vulneró a las víctimas”. También agregó que “una de las menores sufrió consecuencias físicas y psicológicas como resultado de estos abusos”.
La defensa sostuvo que no habría, a su juicio, evidencias indudables sobre los hechos y particularmente sobre la autoría del acusado, por lo que solicitó su sobreseimiento. También adujo que podría tratarse de una “sugestión” por un supuesto abuso anterior que luego dirigió hacia su profesor. En el segundo caso dijo que podría haberse activado cuando la menor se enteró de la denuncia que hizo la otra niña.
Sin embargo, la jueza rechazó su pedido y dispuso la elevación a juicio, aunque sí le concedió la excarcelación al imputado.



