Un hombre convivió tres años con el cadáver de su madre
La Policía y la justicia investigan el macabro hallazgo.
Un macabro hecho sacudió a la ciudad de La Plata. Los agentes de la Comisaría Octava descubrieron en una vivienda el cuerpo en avanzado estado de descomposición de una mujer de 77 años, identificada como Marta Yolanda Durand, que yacía sobre una cama.
La escalofriante revelación surgió a partir del testimonio del hermano de la fallecida, quien se presentó en la vivienda luego de una década sin mantener contacto con su hermana. Su sorpresa fue mayúscula al ser recibido por su sobrino, de 47 años, hijo de Marta.
En un relato que heló la sangre, el hombre confesó que su mamá había fallecido en noviembre de 2021 mientras compartían una cena, aparentemente a causa de un paro cardíaco.
Qué hizo el hijo con su mamá muerta
Lo que siguió a este trágico suceso tomó un giro aún más perturbador. En lugar de notificar la muerte de su madre a las autoridades correspondientes, el hijo tomó la decisión de trasladar el cuerpo a su habitación y mantenerlo allí durante los últimos tres años.
La confirmación de esta macabra convivencia llegó al ingresar los agentes policiales a la vivienda, quienes constataron la presencia de los restos humanos en la cama.
Tras esto, la propiedad fue preservada como escena del crimen, y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 7 dispuso la intervención del área de Casos Especiales para llevar adelante una exhaustiva investigación bajo la carátula de “averiguación de causales de muerte”.
Ahora, la Justicia se enfrenta a interrogantes cruciales para esclarecer este macabro caso. Entre las principales líneas de investigación se encuentra la determinación de las razones que llevaron al hombre a ocultar el cuerpo de su madre durante un período tan extenso, así como establecer si existió una intención deliberada de ocultamiento o si subyace algún otro delito.
En este sentido, fuentes judiciales han señalado preliminarmente la posibilidad de que el hombre padezca algún tipo de trastorno psiquiátrico, lo que podría ofrecer una explicación, aunque no una justificación, a su escalofriante accionar.
