El Maximalismo Ha Vuelto… y No Piensa Susurrar
¿Nos vestimos para expresarnos o para encajar

Por: HAYDEE BORQUEZ MICOL
Siempre me he preguntado: ¿nos vestimos para expresarnos o para encajar? Durante años, la moda nos susurró al oído la filosofía del “menos es más”: colores neutros, siluetas limpias, minimalismo escandinavo con un aire de “tengo mi vida resuelta”. Pero, querida, la fiesta se acabó. Y en su lugar, ha llegado una explosión de estampados, texturas y dramatismo que nos recuerda que la moda no solo se usa… se siente.
Sí, el maximalismo está de vuelta. Y no, no es un tímido regreso. Es un desfile de abrigos con hombreras exageradas dignas de los 80, vestidos con estampados que parecen sacados de un museo de arte contemporáneo y accesorios que no piden permiso para robarse el protagonismo. Si la moda fuera una conversación, el 2025 nos invita a subir el volumen.
Hablemos de texturas: lentejuelas a plena luz del día, terciopelo en combinaciones inesperadas y plumas que flotan en cada movimiento. Porque, ¿quién dijo que el glamour debía quedarse en la noche? Y si creías que los colores seguirían susurrando en tonos neutros, te tengo noticias: el rojo vibrante, el fucsia eléctrico y los verdes profundos están aquí para sacudirnos el armario.
Los accesorios también se han dado permiso para ser extra. Maxi aros que rozan los hombros, collares en capas infinitas y bolsos con formas que desafían la lógica. Y sí, las plataformas siguen con nosotros, porque al parecer, la moda ha decidido que el 2025 se vea –literalmente– desde las alturas.
Entonces, mientras desempolvamos nuestra esencia más audaz y nos atrevemos a jugar, solo queda una pregunta: ¿estás lista para ser la protagonista de tu propia historia de moda? Porque este año, el maximalismo no es solo una tendencia… es una invitación a no pedir disculpas por brillar.