El gobierno santiagueño decretó duelo provincial por la muerte del Papa Francisco
Es por 7 días, durante los cuales las banderas nacional y provincial permanecerán a media asta.

El gobernador Gerardo Zamora firmó este mismo lunes un decreto que establece duelo provincial durante 7 días por el fallecimiento del Papa Francisco.
La medida entró en vigencia a partir de la fecha de publicación del decreto, publicado este mismo lunes en el Boletín Oficial, por la desaparición física del “guía espiritual y referente de humanidad para millones de personas en todo el mundo”.
En ese sentido se dispuso que las banderas nacional y provincial permanezcan izadas a media asta en todos los edificios públicos de Santiago del Estero durante ese plazo. Asimismo, se dispuso enviar copia del decreto 631/25 a la Sede Primada de la Iglesia Católica en la República Argentina, “como expresión del pesar y las condolencias del gobierno y del pueblo de la Provincia de Santiago del Estero”.
Por otro lado, se resolvió adherir a la provincia a los homenajes y honras fúnebres que disponga oportunamente el gobierno nacional.
El documento indica que el Sumo Pontífice Jorge Mario Bergoglio “ha sido una figura trascendental en la historia contemporánea de la Iglesia Católica y de la humanidad, y de manera especial, para el pueblo argentino, que lo vio nacer y lo acompañó en su camino pastoral. Se constituyó en un líder espiritual, moral y social de alcance universal, cuya influencia y legado trascienden credos, fronteras e ideologías”.
También destacó que “su vida estuvo íntegramente consagrada al servicio del prójimo, la justicia social, el diálogo interreligioso, promoviendo valores de humildad, fraternidad, solidaridad y compromiso con la paz, que conmovieron profundamente a creyentes y no creyentes de todo el mundo”.
“El Papa Francisco dedicó su pontificado a los más humildes, a quienes no tienen voz ni recursos, desarrollando una acción pastoral inspirada en el Evangelio, el humanismo cristiano, la reforma institucional de la Iglesia y el respeto por la casa común. Posicionó temas como el cuidado del medioambiente y la dignidad de los excluidos en el centro de la agenda global, dejando así su legado humanista, solidario y reformador que perdurará para siempre”, enfatizó.
El gobierno también subrayó que “su figura se ha erigido como símbolo de diálogo, reconciliación y esperanza, y su testimonio de vida será recordado por su cercanía, su sencillez y su incansable prédica a favor de una humanidad más justa, fraterna y compasiva”.
Pero también se puso de relieve que “su pontificado tuvo para la provincia de Santiago del Estero un valor espiritual y simbólico singular, en virtud de tres acontecimientos de enorme trascendencia que profundizaron el vínculo histórico entre nuestra comunidad y la Iglesia Católica, forjado desde los albores de la patria:
1. La canonización de María Antonia de San José “Mama Antula”, primera santa nacida y fallecida en suelo argentino, figura emblemática de la fe y la misión evangelizadora. Este acontecimiento histórico, que enaltece a una mujer santiagueña de fe inquebrantable, proyecta a nuestra provincia como pilar de la espiritualidad nacional.
2. La decisión de la Santa Sede de trasladar a Santiago del Estero la sede primada de la Iglesia en la República Argentina, reconociendo que la primera diócesis del territorio nacional – Diócesis del Tucumán, erigida en 1570- que tuvo su asiento originario en esta tierra. Gesto que representó una reparación histórica y reafirma a nuestra Ciudad Capital como madre de ciudades y también como madre de las diócesis argentinas.
3. La elevación al cardenalato de monseñor Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero, designado además como Primado de la Argentina, lo que constituyó una nueva manifestación del afecto y cercanía del Papa Francisco con el pueblo santiagueño, resaltando la profunda gravitación de la Iglesia Católica en nuestra comunidad y el lugar preeminente de nuestra provincia en la historia eclesiástica del país”.
“En consecuencia el gobierno de la provincia, interpretando el sentimiento del pueblo santiagueño, considera un deber de memoria, gratitud y respeto rendir homenaje a quien fuera un gran pastor, un hombre bueno y un referente de nuestra época, cuya labor estuvo guiada por la humildad, el compromiso con los más desfavorecidos y una incansable vocación de servicio al prójimo”, finalizó.