El Gobierno de Río de Janeiro busca vender el Maracaná para reducir el déficit fiscal
La conveniencia o no de vender el estadio para que lo administre una empresa privada ha generado mucha controversia en Brasil.

El mítico Estadio Maracaná, un símbolo de la identidad brasileña, ha sido puesto a la venta por el Estado de Río de Janeiro que está decidido a venderlo, informaron medios de ese país.
El gobierno estatal necesita recaudar fondos de manera urgente y entre algunos de sus activos figura el estadio en el que juegan sus partidos como local dos equipos históricos del país como son Flamengo y Fluminense.
La Comisión de Constitución y Justicia de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro (ALERJ) modificó el proyecto de ley que había presentado el Ejecutivo y de las 48 propiedades iniciales que pretende vender eliminó 16 y añadió 30 nuevos inmuebles entre los que figura el famoso recinto, catalogado como uno de los templos del fútbol mundial.

El presidente de la mencionada Comisión, Rodrigo Amorim, admitió que necesitan reducir los gastos de mantenimiento de sus propiedades más caras o menos utilizadas, entre las que se encuentra el conocido estadio: “El Gobierno invierte una fortuna en el mantenimiento de Maracaná, unos 160.000 euros por partido”.
El propio Amorim estimó la venta del estadio y de un complejo aledaño llamado Aldeia Maracaná en unos 320 millones de euros, que esperarían generar tras esta operación, aunque también indicó que todo dependerá de lo que ofrezca el mercado.
La deuda que mantiene el Estado de Río de Janeiro con el Gobierno Central de Brasil es de 1.890 millones de euros y debe abonarla en 2026 conforme al programa federal de reestructuración.
Sin embargo, más allá de que se aprobara la ley propuesta, el estadio enfrentaría conflictos para su venta. De momento forma parte de una concesión para su uso hasta 2044. El contrato es con el consorcio Fla-Flu (Flamengo y Fluminense) y el grupo económico ya señaló que el contrato se cumplirá hasta el final, según indica el Diario Olé.



