Un caso con muchas incógnitas: ¿Luciana Torres padecía depresión?
La investigación busca establecer qué ocurrió con la joven hallada sin vida en su departamento céntrico. ¿Estaba medicada o con seguimiento médico psiquiátrico?

El fatídico 30 de diciembre, cuando Luciana Torres fue encontrada sin vida en el baño de su departamento por su hermano y su excuñado, ambos habrían manifestado al personal policial que la joven presentaba síntomas de depresión.
La noche anterior, el hermano habría llegado al departamento con un familiar, y, al no ser atendidos por Luciana, se fueron para regresar el día 30, ya que suponían se encontraba durmiendo.
Su hermano volvió al otro día con las llaves que habrían sido facilitadas por la niñera quien les había explicado en qué piso estaba el departamento de Luciana y cuáles llaves abrirían las puertas, ya que desconocían su ubicación.
Los familiares de Luciana sabían que padecía de depresión por sus propios dichos al personal policial. Incluso en la propia autopsia de Luciana se habrían encontrado rastros de clonazepam, esa droga que pertenece a las benzodiazepinas, un grupo de medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central.
Su mecanismo de acción implica la reducción de la actividad eléctrica normal en el cerebro, lo que ayuda a calmar el sistema nervioso y a reducir la ansiedad. El uso prolongado de clonazepam puede generar dependencia física, psicológica y la interrupción repentina del tratamiento puede causar síntomas de abstinencia, como ansiedad, insomnio, y, en algunos casos, convulsiones.
¿Quién le suministraba dicho medicamento a Luciana? Se sabe que debe ser bajo estricta receta médica y que su abuso puede causar serios problemas de salud.
Si Luciana era víctima de esta enfermedad que aqueja a toda la sociedad, ¿estaba contenida? Entre los síntomas que acarrean las personas que padecen depresión se encuentran la tristeza extrema, cansancio o fatiga, problemas de insomnio, sentimientos de culpa excesiva o desesperanza y pensamientos recurrentes sobre la muerte y el suicidio.
Por diversas publicaciones en las redes sociales se pudo ver mensajes de Luciana de esos días previos a su muerte donde pedía ayuda a gritos. En horas de la mañana previa a la Nochebuena, habría enviado mensajes a su ex pareja donde habría manifestado: ¨tratar de hacerme daño para sentir paz es algo que no puedo perdonarme¨.
Incluso esa última fatídica noche habría efectuado llamados insistentemente y un audio desgarrador donde seguía pidiendo ayuda. ¨Por favor búscame y llévame al hospital. No me puedo parar, necesito ir. Ayúdame. Por favor no me siento bien, no puedo confiar en otras personas¨. El último mensaje habría sido a las 21:45 hs del 29 de diciembre del 2024. Después no respondió a los llamados, a los mensajes ni al timbre de su departamento.
Luciana no estaba bien, quizás esa enfermedad que dijeron sus familiares que tenía hacía estragos en ella. Necesitaba ayuda, a gritos lo pedía.
Hoy el caso Luciana Torres desvela a la sociedad santiagueña. Con chicanas vía redes sociales, con un uso político de las marchas, con una condena social sobre una persona que habría sido la última que la vio con vida, que acudió esa última noche a buscarla, teniendo idéntica respuesta que su familia, el silencio.
Luciana Torres pedía ayuda, será clave la autopsia psicológica a los fines de determinar si efectivamente era víctima de esta cruel enfermedad, la depresión.
Es otra arista de una causa con muchas incógnitas, donde una primera autopsia y luego una junta concluyeron que murió por ahorcamiento manual o con lazo, lo que lleva a sus familiares a afirmar que habría sido asesinada, aún cuando una forense tucumana discrepó con ese criterio y sostuvo que se trató de un suicidio. Tampoco hay registros de videos que muestren a algún sospechoso ingresando o egresando del departamento a la hora aproximada de su muerte.
La fiscalía a cargo de la investigación prepara una pericia clave para recrear la escena donde fue encontrada y si sería posible que por la altura del lazo y su peso sería físicamente posible determinar si se quitó la vida.