Ciencias

Científicos del CONICET crearon un método para eliminar arsénico y nitratos del agua

El método impulsa la economía circular al transformar residuos de la producción agrícola e industrial en insumos clave para el saneamiento ambiental.

Científicos del CONICET diseñaron un modo innovador para eliminar arsénico y nitratos del agua. Utilizaron carbón vegetal tratado química y térmicamente para reducir más del 50% de la concentración de estos contaminantes en pruebas experimentales.

Esto puede beneficiar de forma directa a comunidades vulnerables donde el acceso a agua segura permanece como un problema crítico, como ocurre en muchos lugares rurales de Santiago del Estero, por ejemplo.

El método es sencillo, de bajo costo y escalable, y puede beneficiar de forma directa a comunidades vulnerables donde el acceso a agua segura permanece como un problema crítico, publicó un informe de Infobae.

La propuesta tiene como eje la economía circular. Argentina genera grandes volúmenes de biomasa vegetal, como cáscaras de semillas de girasol, hojas, ramas de poda y otros subproductos agrícolas, considerados a menudo residuos.

La innovación aprovecha residuos vegetales

Resultado eficiente

Los investigadores identificaron que esta materia orgánica conserva un notable valor energético y químico, que puede aprovecharse para la producción de carbón vegetal. Este material, una vez tratado de modo específico, adquiere propiedades de adsorción que permiten retener contaminantes disueltos en agua.

El método resultó eficiente en la remoción de arsénico y nitratos, dos aniones frecuentes en aguas subterráneas o superficiales de zonas rurales y periurbanas. Según datos del CONICET, el nuevo recurso alcanza una reducción de hasta el 55% de nitratos y niveles comparables para el arsénico.

El resultado puede aplicarse en filtros de uso doméstico o comunitario, facilitando el acceso a agua segura y reduciendo la exposición a contaminantes peligrosos para la salud.

Impacto social, científico e industrial de la innovación

La tecnología desarrollada por el CONICET tiene proyección directa en tres niveles. En el plano social, puede brindar una solución práctica y accesible a familias y comunidades sin suministro regular de agua segura. Los costos bajos y la posibilidad de fabricar filtros con materiales locales habilitan la implementación a gran escala en ámbitos rurales y urbanos.

Desde lo científico, el avance permite explorar nuevas aplicaciones del carbón vegetal, tanto en la descontaminación de aguas como en otras áreas de interés, incluyendo el almacenamiento de energía o la reducción de gases de efecto invernadero.

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