Cambios de estación y alergias: cómo proceder ante los primeros síntomas
Con la llegada del otoño, los niveles de polen y otros alérgenos en el aire aumentan, desencadenando síntomas molestos en quienes son sensibles a estas partículas.
Los cambios de estación traen consigo variaciones en la temperatura, humedad y presión atmosférica, lo que puede afectar la salud de muchas personas, especialmente aquellas que padecen alergias. Con la llegada del otoño, los niveles de polen y otros alérgenos en el aire aumentan, desencadenando síntomas molestos en quienes son sensibles a estas partículas.
Las alergias estacionales, también conocidas como rinitis alérgica, suelen provocar estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y garganta irritada. Estos síntomas se deben a la reacción del sistema inmunológico ante sustancias como el polen, los ácaros del polvo y el moho, que proliferan con los cambios climáticos. Además, los fuertes vientos pueden dispersar aún más estas partículas, intensificando los efectos en los alérgicos.
No solo el polen afecta a quienes sufren de alergias, sino también la variación en la humedad y la temperatura. Un ambiente seco puede irritar las vías respiratorias, mientras que un clima húmedo favorece la proliferación de moho y ácaros, principales desencadenantes de alergias. Las lluvias pueden aliviar temporalmente los síntomas al reducir la cantidad de partículas en el aire, pero en algunos casos, pueden provocar un aumento en la concentración de esporas de hongos.
Síntomas y tratamientos
El cambio brusco de temperatura también puede generar reacciones alérgicas o agravar síntomas preexistentes. Pasar de un ambiente cálido a uno frío repentinamente puede causar irritación en la mucosa nasal y desencadenar crisis asmáticas en personas con predisposición. Por ello, es recomendable utilizar ropa adecuada y evitar cambios de temperatura extremos en lo posible.
Para minimizar los efectos de las alergias estacionales, los especialistas recomiendan mantener las ventanas cerradas en días de alta concentración de polen, utilizar purificadores de aire, limpiar con frecuencia las superficies del hogar y evitar actividades al aire libre en las horas de mayor polinización. También es importante acudir a un médico para evaluar la necesidad de tratamiento con antihistamínicos u otros medicamentos.
Es por esto que los cambios de tiempo pueden influir significativamente en la aparición y severidad de las alergias. Mantenerse informado sobre las condiciones climáticas y tomar medidas preventivas puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas afecciones.
