Bokalic: “Nuestra patria, con tantas heridas, necesita de las visitas que provoquen encuentros”
El cardenal primado de Argentina encabezó la ceremonia y destacó en su mensaje un replanteo del sentido de la Navidad. También consideró que 2024 fue un año histórico para la diócesis.
El flamante cardenal, Vicente Bokalic Iglic, presidió este domingo la misa de Acción de Gracias en la catedral, donde celebró el acontecimiento de la iglesia muy cerca de la Navidad y pareció sugerir en su homilía el anhelo por la prometida visita del Papa Francisco a Argentina.
Fue la primera celebración que encabezó en suelo argentino luego de haber sido convertido cardenal por el Sumo Pontífice, el 6 de diciembre. También agradeció los muchos kilómetros y el compromiso de asistir de muchos obispos y arzobispos, que ajustaron sus agendas para visitar Santiago del Estero.
Nombró a Luis Villalba, emérito de Tucumán; Carlos Sánchez, arzobispo de Tucumán; Dante Braida, obispo de La Rioja; Luis Urbanc, de Catamarca; José Díaz, de Concepción de Tucumán; Darío Quintana, obispo de la prelatura de Cafayate; Luis Scozzina, de Orán (Salta); Claudio Castricone, auxiliar de Orán; José Luis Corral, obispo de Añatuya; Roberto Ferrari, auxiliar de San Miguel de Tucumán; Enrique Martínez Ossola, auxiliar de Santiago: Francisco Polti, emérito de esta diócesis y el vicepresidente del Episcopado Argentino, César Fernández, obispo de Jujuy. También agradeció a los sacerdotes del presbiterio que participaron.
“Muchas veces aparece que la Navidad es tiempo de disfrute, de expansión personal, de quedar en exterioridades y apariencias, pero podemos pensar si no estamos llamados a darle un sentido nuevo a la Navidad, eso es lo que hemos meditado en este adviento. Es Dios que viene a visitarnos, a hacer alianza efectiva con cada uno de nosotros, porque Dios es el Emanuel, el Dios con nosotros que viene a iluminar las tinieblas y mediocridades de nuestra vida. Viene no a condenar sino a mostrarnos un camino mejor, que supera la mediocridad y el individualismo de nuestras vidas. No enseña y acompaña en un camino de plenitud, en donde se incorpora el nosotros, ya que nadie se salva solo, nos salvamos en comunidad, con sentido de pueblo y de fraternidad”, expresó en su homilía.
“Navidad es misterio de amor -afirmó-. Es Dios que viene a nosotros. Descubrir ese amor, hacerlo nuestro por el camino de la fe que brota del encuentro personal y comunitario nos dispone a celebrar la Navidad con otro sentido. Un amor que nos hace salir de lo nuestro, que nos hace tomar parte en las cargas y el peso que tiene que soportar el hermano. Es un amor salvador que libera de la soledad e introduce una esperanza y alegría nueva en el que sufre, pero que se siente acompañado”.
“El evangelio de hoy es un ícono de toda la vida cristiana, de nuestra iglesia particular: este salir rápido de María a ver a Isabel, produce un encuentro maravilloso. Podemos dejar que la imaginación nos ayude a pensar qué fue ese encuentro de María e Isabel los meses que han pasado juntas. Una mujer mayor y una joven, ambas embarazadas, que aceptan la vida como viene. Se saben bendecidas de Dios y el pasaje nos sugiere un encuentro lleno de vida y alegría, de manifestación del espíritu. Un encuentro que supera todos los miedos, angustia y ansiedad”, instó Bokalic.
En su mensaje, el cardenal pareció sugerir la esperanza de la visita del Papa Francisco, en un contexto de crisis del país: “No será que nuestra patria, con tantas heridas e historias sin cerrar, necesita de las visitas que provoquen encuentros, donde renazca la fraternidad, la esperanza en el otro, la superación de enconos y rivalidades, sectarismos excluyentes, enojos ancestrales que paralizan todo intento de una sociedad más justa, más integradora y más fraterna. Una sociedad donde podamos vivir una esperanza cierta, aún en medio de dificultades. Navidad es una hermosa oportunidad para dar un paso adelante en este camino, porque Jesús viene a sanar, a restaurar, a dar vida nueva donde todo es desesperanza y tristeza, sin horizontes de una vida mejor”.