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Aníbal Ibarra: “en frente no está alguien con quien uno no está de acuerdo en sus políticas, sino un gobierno que abre las puertas al fascismo”

El exjefe de Gobierno de Buenos Aires realizó una visita fugaz a Santiago del Estero, de camino a Catamarca, donde practicará su deporte favorito: escalar montañas y volcanes. En su breve estadía habló con Librepensador sobre la compleja situación política, en un año electoral. Un análisis del gobierno libertario, de su política exterior, la oposición y la movilización social.

Aníbal Ibarra, el exjefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires trazó un panorama sobre la delicada actualidad de la política argentina en tiempos del gobierno libertario. Pasó por Santiago del Estero un día, de camino a Catamarca, para dar rienda a una de sus pasiones poco conocidas: escalar montañas.

 

“Los abogados nos tomamos licencia general en enero, pero me quedé trabajando ese mes porque tenía la posibilidad de subir a un par de montañas y un volcán, el San Francisco, en Catamarca. Así que me tomé 10 días en febrero para hace montañismo, que es una actividad que hago hace 15 años. Camino a Catamarca prefería venir primero a Santiago del Estero, donde tengo un amigo que hace rato que no veía, así que vine un día antes para estar acá, descansar y conocer un poquitito de esta provincia en la que estuve hace muchos años y no había vuelto”, contó.

 

El volcán San Francisco está cerca de la frontera con Chile y tiene poco más de 6.000 metros. Su hoja de ruta para aclimatarse también incluye dos montañas y posiblemente otro volcán, el Bertrand, con 5.400 metros.

 

“Ya he estado en la zona montañas y volcanes de Catamarca, camino a los 6.000, que lo hice con otras, no con esas. Es un lugar que me gusta mucho y la actividad, hace 15 años vengo subiendo montañas: hice cumbre en el Aconcagua, fui al Norte Argentino, a Bolivia, Perú, Ecuador, el Mont Blanc (Francia-Suiza) y Kilimanjaro (Tanzania)”, detalló. Sin lugar a dudas un enorme desafío físico y mental, con el que se pone en estado para enfrentar un complejo año político y social.

 

“Todo año electoral suele ser más movido, pero en Argentina tampoco los no electorales son tranquilos, así que tenemos movimiento en forma permanente. Yo veo con mucha preocupación la realidad del país. No sé si es necesario aclararlo, pero soy un fuerte opositor del gobierno de Milei y la Libertad Avanza. Por un lado tenemos el plano político donde creo que vienen a llevar adelante un plan que es destrucción del Estado y esto lo dicen, es algo que hay que reconocer, por más que a muchos de nosotros nos parezca mal. Hacerlo trizas y dejarlo minimalista. Entonces, la Argentina será un sálvese quién pueda o quienes puedan rebuscársela o tengan recursos y el resto que sobreviva como pueda. Este es el esquema que ellos tienen”, expresó.

Soy un fuerte opositor del gobierno de Milei y la Libertad Avanza”.

Ibarra consideró que para los mileístas “la Argentina es un país donde se pueden hacer muchos negocios, no sólo los sectores más concentrados para en términos financieros, económicos e industriales nacionales, internacionales o trasnacionales. Entonces hay recursos naturales y empresas para entregar; están haciendo un desgüace del Estado, que cuando se retira la consecuencia es que no puede controlar, regular, poner condiciones y sancionar cuando alguien no cumple con la ley. Y cuando eso ocurre es la ley de la selva: ganan los poderosos, que son pocos. Van a ganar los que tienen poder y el resto que sobreviva como pueda. Esta es la filosofía que tienen”.

 

Para Ibarra, “quieren hacer un proyecto de país que exporte materias primas y después que venga todo lo demás importado. Una suerte de copia acelerada del menemismo: (Carlos) Menem tardó 10 años y estalló por los aires el proyecto (Domingo) Cavallo. Y aquí han puesto el pie en el acelerador y lo están haciendo en mucho menos tiempo. Menem reconocía: ‘si yo les decía lo que iba a hacer, no me votaban’. Aquí la realidad es que ellos dicen lo que van a hacer, cuáles son sus objetivos y hasta hoy no tienen costo político”.

 

En el plano personal, reconoció que le preocupa mucho Milei: Es una persona que tiene una obsesión con los sexual, que es violenta, misógina, que es agresiva y promueve la violencia. Insultar a la oposición y decirle que los van a buscar hasta en los últimos lugares del planeta en otro contexto no se lo permitirían a ningún presidente. Porque, además, lo dice un presidente, por lo que de ahí para abajo está habilitando la violencia y abre las puertas a una sociedad violenta. Nosotros podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, pero nadie quiere que en lugar de discutir proyectos políticos, medidas, propuestas y disentir fuertemente, lo que se está instalando es la agresión hacia el otro, porque no está de acuerdo con lo que yo hago. Esto me preocupa mucho de un presidente que pone permanentemente ejemplos grosera y violentamente vinculados con lo sexual, con los chicos envaselinados, y me sorprende que muchos sectores que se quejaban del dedito o el tono de Cristina guarden silencio frente a estas barbaridades que dice”.

“Va generando una sociedad donde pareciera que todo vale -añadió-. Y yo no estoy dispuesto a eso; creo que tiene que haber límites, reglas. Y después cada uno tendrá su opinión, pero parece que no es la filosofía de este gobierno”.

 

Librepensador: -Ahora, como contraparte, Milei tiene pocos límites. Se vio en el Congreso cómo ha logrado quebrar bloques y avanzar con sus proyectos, vetar. Por el lado gremial también. La oposición no ha respondido o no lo ha sabido hacer.
Aníbal Ibarra: -Es cierto que una derrota electoral y política, por lo tanto, siempre impacta en un espacio político, como ocurrió con el oficialismo que fue vencido en las elecciones. Entonces se produce una suerte de desunión, diáspora. Es comprensible, aunque uno no lo deseara, que un golpe electoral impacte en lo que luego pasa a ser la oposición. Pero Milei contó con el acuerdo del PRO y en algunos casos traiciones o negocios, porque hay -no sé si muchos- quienes miran la política como un espacio donde hacer negocios y esto es trasversal. Hoy LLA demuestra que busca entregar a la Argentina para que otros puedan hacer negocios, pero también están los negocios del tipo que compra o vende un voto. Y en este sentido el senador correntino al que lo encuentran con más de 200 mil dólares se saben sus andanzas vinculadas con los negocios, posibilitó la sanción de la ley Bases y el gobierno de Milei que viene hablando contra la casta es todo mentira: gobierna con la casta y tiene las peores costumbre de la casta, que repito, es trasversal, no se salva ningún sector. En algunos casos eso se tolera y a mí me indigna.
Pero era previsible, antes de las elecciones Milei vendía las candidaturas. Decían ‘¿usted quiere ser diputado, cuánto ponen?’. Y ponían y eran. Y el que pone después quiere recuperar con corrupción. Entonces no me sorprende que lo hagan, sí el contraste del discurso anticasta y lo que hacen.
Creo que hasta aquí y ahora, el pueblo o gran parte de la sociedad se ha comportado mucho mejor en términos de oposición política que los propios sectores orgánicos de partidos políticos, gremiales o lo que fuere. La sociedad demostró que gana la calle cuando le quisieron manotear la educación pública o la universidad pública. Y salió a la calle hace poco con la marcha antifascista, más allá de que hay sectores que intervinieron, pero masivamente fue gente independiente que fue por sus propios medios. La sociedad demuestra que está en condiciones de manifestarse masivamente y de oponerse en la calle, mucho mejor que otros que especulan con las internas, su gremio o su sector, creo que la sociedad está dando un ejemplo y no las organizaciones políticas.

 

LP: -¿Qué límite de tolerancia ve en la sociedad a este clima de violencia, intolerancia y ajuste?
A.I. -Es una muy buena pregunta, que no estoy en condiciones de dar la respuesta.

LP -Porque en otros momentos explotó por mucho menos.
AI: -Yo creo que son procesos, aunque ninguno es igual a otro. Se mezclan muchas cosas, porque hay gente que la está pasando muy mal y todavía dice ‘hay que darle tiempo’ y que aún lo acompaña y lo defiende. Cada vez menos, pero hay mucha gente. Y no tiene una causa única: creo está mezclado con un resentimiento, odio o rechazo al gobierno que pasó, o votó esto y entonces cuesta admitir haber sido parte de esta realidad tremenda. Entonces es como que cuando dicen ‘hay que darle tiempo al gobierno’ ellos mismos se dan tiempo para ver si esto cambia, para no sentirse tan responsables. Y creo que, de todas maneras, en este proceso se va juntando un rechazo en algunos casos explícito o interno, que puede estallar con cualquier chispa. Puede haber cualquier medida que en sí misma no justifique que la gente salga a la calle, proteste, cacerolee, etcétera, que puede darse con un aumento de combustibles -estoy inventando-, y otra que genere un perjuicio para los jubilados y salga a reclamar, porque se está creando un caldo de cultivo que es un proceso que puede desatarse en la calle y que espero no genere violencia. Pero si este gobierno nos introduce con estos parámetros uno no puede decir cómo va a ser la reacción, si la a poder controlar y esto es lo preocupa. Creo que uno tiene que estar en la calle, oponerse, debatir, pero me preocupa una sociedad violenta donde pueda haber acciones contra militantes, más allá de la legal de represión, que ya me alarma mucho también.

LP: -En forma paralela eso depende de la burbuja económica, muchos advierten que podría estallar y que es un proceso similar a la Convertibilidad, con un endeudamiento fenomenal…
AI: -Sí, lo de la burbuja económica yo lo reduciría a la cuestión de la inflación, pero que ojo, este mismo gobierno protestaba cuando había uno o dos puntos y medio… Y la inflación que Cristina tuvo después de años estos la tuvieron en un año, entonces hay también una manipulación del proceso antiinflacionario.
Esto tiene que ver con el impacto que genera en la sociedad argentina un proceso inflacionario que viene de décadas y la gente no quiere. También pasó con el menemismo: Menem frenó la inflación con la Convertibilidad y pudo reelegir, pero le estalló todo por los aires después. Entonces es como que hay una reducción de esa inflación, pero donde uno mira todos los parámetros y debiera asustarse. La construcción cayó más del 20%, como el consumo, las ventas, mientras que aumentó la pobreza, el desempleo y las miles de Pymes cerraron, al igual que las grandes fábricas. Entonces, yo no quiero ese costo para el descenso la inflación porque es tremendo, pero todavía nos quedamos con ese porcentaje, que bajó con respecto a lo que teníamos, tampoco demasiado, salvo en los últimos dos meses después de las elecciones, porque antes no se venía con un proceso altamente inflacionario pero han hecho este manejo y parece que es total el éxito, pero sin mirar hacia los costados en qué se sustenta. Se canceló la obra pública y las transferencias a las provincias, entonces, así bajar algunos puntos la inflación la verdad que es un costo que yo no desearía jamás. Prefiero un poquitito más de inflación, que sea un proceso más largo pero que suban más los salarios y no se bajen tanto las jubilaciones, que haya actividad productiva, que reactive la obra pública. Ahora no hay nada de eso. Además están abriendo totalmente las importaciones, lo que significa una destrucción de la industria nacional.
Es muy complicado el proceso que estamos viviendo: creo que no es una burbuja, sino un simulacro: con la inflación -que tampoco es para sacarse el sombrero y aplaudir- están tapando toda la otra realidad, donde además dependen de los dólares del Fondo Monetario que no se los presta. Y tienen un dólar planchado que hace que la clase media esté vendiendo sus dólares para sobrevivir con lo que ahorró. Todos los demás índices son todos malos, no tienen uno bueno. Esto es un simulacro de burbuja que cuando estalle va a ser tremendo.

Lo de Ficha Limpia es una trampa obscena. Es ilegal e inconstitucional. Están haciendo una ley que tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner, justo la dirigente a la que más miedo le tienen”. 

LP: -No pueden ser retroactivas.
AI: -No hay retroactividad. Primero es inconstitucional porque viola el principio de inocencia y censurando que en democracia todo el mundo se pueda presentar a elecciones. ¿Por qué? Porque todo el mundo sabe que tiene condena Cristina Fernández y si la vota consciente de ello, no es que lo tiene escondido debajo del escritorio. Tiene que prevalecer en democracia la decisión de votarla o no.

-Donald Trump acaba de asumir condenado.
AI: -Y él se arrodilla ante Trump y asumió una condena de 34 hechos y gravísimos. ¿Pero alguien hubiera dicho que estaba bien que inhabilitaran a Trump para que se presentara? Yo tampoco hubiera estado de acuerdo. Y la gente lo convalidó. No me gusta Trump, también es un violento, misógino, un desastre, pero ganó la elección. De esto se trata, no podemos ser tan inconsecuentes y si le tienen miedo a un dirigente político no hagan esto, porque están inhabilitando a un candidato o candidata, que por ahí no se presenta, pero no corresponde hacer eso. Entonces gánenle con los votos, sí se presenta. Yo diría lo mismo y con el mismo énfasis si fuera al revés: no se hacen leyes con nombre y apellido, y menos para atrás. Y esto es lo que están haciendo.


LP: -A propósito de Trump, algunas de las últimas medidas son un reflejo, una copia de lo que está haciendo, como la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con un alineamiento muy fuerte a nivel de política exterior.
AI: -Pero no es sólo un alineamiento, es una sumisión casi diría irracional. Trump hace ravioles, Milei hace ravioles. Después Trump cambia el menú y nosotros quedamos haciendo ravioles solos, es un disparate. Las cuestiones internacionales y de geopolítica no se manejan de esa manera, aun cuando quiera una alineación. Confunde lo que puede ser una alineación estratégica con un país con lo que es la sumisión, el seguidismo y la obediencia ciega. Nadie lo votó para eso y, sin embargo lo hace, e internacionalmente está comprometiendo a la Argentina de una manera absolutamente irresponsable.
¿Qué pasa si ahora Trump dijera ahora no me voy de la OMS? ¡Nosotros tampoco nos vamos! Esto como política exterior es lamentable.

Ibarra, entre Fidel Castro y Hugo Chávez.

LP: -También involucrarse en conflictos como el de Oriente Medio, donde no hay intereses argentinos y ya tuvimos dos atentados.
AI: -Lo mismo. Yo creo que nos pasa algo como sociedad: tuvimos una guerra por las Malvinas, con todo lo implicó. Que la haya votado a una persona que dijo que su referente político era (Margaret) Tatcher, esto habla de nosotros, más que de él. Ha dicho muchas cosas preocupantes, algunas como la destrucción del Estado -que es su política de gobierno- y otras como que íbamos a vivir en una economía dolarizada y todo el mundo iba a cobrar dólares y es una gran mentira. Y, sin embargo, por ahora es como en el fútbol: ‘siga, siga’… Y esto es lo que me preocupa como sociedad. Cómo nosotros, depende de quién haga las cosas o de cada coyuntura no indignamos o no; si hubiera sido un dirigente o un gobierno peronista, sea Cristina o (Axel) Kicillof o quien fuera, que hubiese hablado de niños ‘envaselinados de un jardín de infantes atados a un poste y que el Estado era…’ hubiera sido un escándalo fenomenal. Si el senador correntino que se fue con los dólares después de permitir que se votara la ley Bases, si hubiera sido del kirchnerismo o un espacio opositor, sería un escándalo y estaría en las tapas de los diarios hasta el día de hoy. Y, sin embargo, no lo fue. Entonces, hacia el futuro no hablen más de que se indignan por el carácter de alguien… han tolerado cosas que un Estado democrático no puede tolerar: la violencia convocada por un presidente. Todo eso es la Argentina de hoy, que nos tiene que llevar a reflexionar y creo que a trabajar, organizarnos, tener resultados electorales, hacer autocrítica, o ser amplios en la construcción porque en frente no está alguien con el cual uno no está de acuerdo en sus políticas, sino un gobierno que abre las puertas al fascismo.

LP: -¿Cómo lo ve a Gerardo Zamora?
AI: –Yo a él no lo conozco personalmente, pero sí podría decir que veo muy bien a Santiago del Estero. Cuando ayer recorrí las calles vi mucha gente, construcciones y muy bien cuidados los espacios públicos. Yo había venido hace muchos años y vi un cambio tremendo. Sin conocer en detalle sus políticas, veo bien a Santiago del Estero y yendo hacia adelante, aún en esta crisis.

Cromañón

CROMAÑÓN: “EL MACRISMO DIRIGIÓ TODA LA CULPA HACIA MI PORQUE ERA UN OBJETIVO POLÍTICO”
El exjefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se refirió a la tragedia de República Cromañón, de la que se cumplieron 20 años el 30 de diciembre de 2024, y que implicó una feroz campaña del macrismo en su contra y su destitución en 2006, tras un juicio político que coartó su figura ascendente.

La tragedia se desató en ese local en el barrio de Once de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), en el marco de un recital de la banda de rock Callejeros. Es la peor tragedia mundial en la historia del rock y una de las mayores tragedias de Argentina: dejó 194 muertos y 1432 heridos.

El macrismo, en varias oportunidades como con accidentes de ferrocarriles, utilizó tragedias para crecer. Con (Alberto) Nisman lo mismo”. 

LP: ¿Qué reflexión le merece, ya que volvió el tema al tapete?
AI: -Cromañón fue el peor accidente por causas no naturales en Argentina, pero que se transformó en una lucha política de los sectores que no tenían otra de ganarnos en la ciudad de Buenos Aires y el macrismo lo tomó como una bandera para triunfar políticamente. Y el juicio político y la destitución fue un comienzo de un (Mauricio) Macri que después terminó presidente.
El macrismo, en varias oportunidades como con accidentes de ferrocarriles, utilizó tragedias para crecer. Con (Alberto) Nisman mismo. Como dijo un periodista una vez: ‘fue una tragedia exitosa’, desde el punto de vista político, para quienes lo aprovecharon. Yo di la disputa política y ellos la ganaron, pero ni fui citado a juicio ni los que terminaron condenados por corrupción fueron funcionarios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Nadie estuvo acusado ni procesado por coimas o corrupción, sin embargo, todo se dirigió hacia mi persona porque era un objetivo político.

Mauricio Macri.

LP: -Una utilización política como lo que está pasando en la provincia de Buenos Aires con los reciéntes crímenes.
AI: –Eso es un discurso de utilización política, pero acá fueron más allá e hicieron un juicio político para una destitución, que es lo mismo que pasó -salvando la distancia presidencial- con Dilma Roussef, a quien sacaron de la presidencia sin tener una sola causa ni nada, simplemente porque tenían votos los opositores. Entonces la echaron. Y cuando Lula (da Silva) dijo que iba a ser candidato lo metieron preso. Es decir, son las herramientas que utilizan ahora determinados sectores de la política para cuando ven dificultades de vencer en una elección ganan con juicios políticos.
Lo de Axel Kicillof es también la utilización de una tragedia en el discurso político, no van hacia un juicio político como hicieron en el caso de Dilma Roussef o en el mío, pero sigue siendo ahora una herramienta que encontraron cuando no pueden ganar en las elecciones.

 

LP: -Los libertarios se ven como ganadores en octubre, como que será un trámite. ¿Es tan así?
AI: -Hay un dicho que dice: ‘no hay que probarse la piel del oso antes de cazarlo. Entonces, nadie puede cantar victoria en una sociedad cambiante y con una situación tan fragil como lo es la nuestra, donde una devaluación y la inflación puede significar el fin del gobierno, algo que el Fondo Monetario exige pero ellos no quieren, no tienen dólares y hay vencimientos y hay una situación de crisis social tremenda. A muchísima gente le cuesta tener dos comidas al día. Con esa inestabilidad social y política nadie puede estar seguro de que es lo que pasará en octubre.

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