ATE y CTA de Santiago se suman al paro nacional contra el plan de desguace del INTA
Los delegados de las centrales nacionales adhieren a la medida de fuerza contra la “motosierra” libertaria, que busca entregar a privados casi el 90% del campo de la estación experimental del INTA en Santiago y despedir empleados. También rechazan la polémica evaluación de los trabajadores.
María Lucrecia Ávila, delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ratificó indicó que adhieren a la medida de fuerza nacional contra los nuevos embates del gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza de 24 horas es impulsada por centrales ATE y CTA (Central de Trabajadores del Estado) contra los nuevos avances del ajuste, después que la CGT renunció a tomar acciones contra el gobierno, por lo menos hasta 2025.
“Este jueves vamos a un paro nacional y movilización, asambleas y estado de alerta, porque lejos de frenarse, día a día tenemos novedades respecto de este desguace y no vemos voluntad de dialogo tampoco”, aseveró.
La representante gremial recordó que “el 15 de enero se realizó una auditoría, que nosotros creemos que se deben hacer y permanentemente las recibimos. Nos parece bien, pero el tema es que detrás de esta, en especial, no hay un plan para evaluar lo que está mal y seguir adelante, sino que es a los fines de vender las propiedades que tiene INTA y entregárselas a manos privadas. Ese es todo el plan, que no es en favor de las mayorías y a lo que debería apuntar el Estado nacional y sus instituciones. Entonces, esto nos causa especial preocupación porque no vemos que sea necesario”.
Como es sabido, el gobierno libertario planea rematar 6.505 hectáreas del total de 7.500 que posee el campo experimental La María, en El Simbol-La Abrita (Silípica), lo que les dejaría apenas 995 hectáreas, parte de las cuales ya están ocupadas por sus instalaciones con laboratorios.
Por otro lado, ATE cuestiona la evaluación para los empleados de toda la administración pública que impuso el gobierno libertario: “Nosotros, como organismo nacional, tenemos una evaluación que es sumamente rigurosa y que es evaluada por el INTA de la región, en el caso de los profesionales, y todos los trabajadores -que en Santiago somos 200– presentamos anualmente nuestra declaración de actividades, que además son siempre monitoreadas”.
Avila detalló que poseen “un plan de trabajo anual, informes y todo lo que nosotros tratamos de informar a la sociedad de las actividades que hacemos. Tampoco vemos con buenos ojos esta evaluación, que es algo suelto y amenazante. No tenemos reglas claras para hacerlo y ATE se opuso a eso, así que esperemos que se pueda dar de baja”.
