Mariana Suárez afirma que las tres hijas mayores de “Chingolo” Suárez habrían sufrido vejaciones en su niñez
La artista confirmó los dichos de Paula y añadió que las tres hermanas mayores habrían sido víctimas de los abusos en su niñez y adolescencia. También aseguró que la primera denuncia dataría de 1984, pero nunca se le dio curso.
Mariana Suárez Gauna confirmó la denuncia pública que hizo su hermana Paula Suárez, en torno a los presuntos abusos sexuales que atribuyeron a su padre, José “Chingolo” Suárez, aunque reconoció que por el tiempo transcurrido operaría la prescripción de esos graves hechos.
“Aprovecho este mensaje para contarles que esta historia forma parte de nuestra infancia, por lo que la denuncia fue hecha en primera instancia por nuestra madre, en Santiago, en el año 1984. Además, en el mismo tiempo, nuestra hermana mayor también trató de buscar la intervención de la justicia, incluso hablando con vecinas y profesoras de la escuela a la que iba. Ella tenía 14 años”, sostuvo la artista.
“Y a quienes pidió ayuda –lamentó-, no supieron qué respuesta dar, dadas las costumbres de la época. Respecto a la denuncia, al ser nuestro padre un hombre con muchos ‘amigos’, no tuvo un curso favorable. Es más, no tuvo curso”.
“Nos ha llevado mucho tiempo, no sólo asumir sino ponernos de acuerdo (¡somos 6!) en contar nuestra verdad. Y la justicia no acompañó este tiempo. La última ley, la ley Piazza, estipula la no caducidad de estos actos, pero en todos los casos que hayan sucedido desde 2011 en adelante. Así que nos queda la justicia social, que es la más importante, porque implica una conciencia. Muchas gracias por las buenas intenciones”, expresó.
Paula contó en un video que Mariana escribió un libro durante la pandemia, llamado “Amanecer en violeta”, que comenzó a escribir en el 2020, cuando el confinamiento por la pandemia del Covid-19 la llevó a recordar los abusos que sufrió cuando aún era una niña. En esa obra habla por primera vez sobre cómo se sobrepuso a la traumática experiencia del abuso intrafamiliar.
Suárez Gauna explicó que apenas tenía 8 años cuando su madre radicó una denuncia penal por abuso sexual, a mediados en los años 80. “Era otro momento de la provincia y cultural, nunca tuvimos respuesta, la investigación no prosperó”, sostuvo Mariana, quien por entonces vivía con su familia en el barrio Mishqui Mayu. “Chingolo” Suárez era entonces maestro rural.
Por otra parte, afirmó que su madre fue “una mujer manipulada, golpeada y totalmente anulada, porqué estas mentes planean todo; el recuerdo que yo tengo de ella es el de una madre deprimida, que no sabía qué hacer”. También contó que ninguno de los 6 hermanos tiene contacto con su padre, a quien definió como “un hombre con el cual era muy difícil mantener relaciones sanas”.
La artista admitió que le llevó muchos años poder asumir lo que padeció y que le exigió un laborioso “trabajo con terapia para poder superar ese trauma y tener una mirada más luminosa sobre los hechos”.
En su presentación en la feria del libro de La Banda, la autora explicó que empezó a escribir su libro en el 2020, cuando se encontraba en Tafí del Valle, donde pasó la primera parte de la cuarentena obligatoria y le llevó dos años terminarlo, para luego tomar la decisión de publicarlo recién ahora.
“Fue una decisión difícil, pero tengo el apoyo de mi familia”, sostuvo entonces, al indicar que el objetivo fue ayudar a otras víctimas. “El valor para contar la historia surgió por mi hija que hoy tiene 10 años, para que ella sepa lo que sucedió. Era para todos, para mis sobrinas. El propósito es que todas las niñas y los niños sepan que la única forma (de superarlo) es hablarlo, que tengan la confianza de poder hablar y contar lo que les pasa”, cerró.
El caso irrumpió públicamente este domingo, cuando Paula Suárez reveló los abusos en un video que rápidamente se viralizó y allí sostuvo que habrían otras víctimas afuera de la familia. Además, sostuvo que el disparador fue el homenaje que Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores) le tributara a su padre en su sede de Buenos Aires, junto a otros músicos, como “socio honorario”.