Un salto en la inmunoterapia: presentan un avance que podría transformar el tratamiento del cáncer
Investigadores desarrollaron un método que elimina el entrenamiento celular fuera del cuerpo, usando ARN mensajero y nanopartículas como las vacunas contra el Covid-19.

Un equipo científico liderado por la investigadora Theresa Hunter presentó un avance que podría transformar el tratamiento del cáncer: una técnica para generar células CAR-T directamente dentro del cuerpo humano, sin necesidad de manipularlas en laboratorios externos. El estudio fue publicado en la revista Science y promete hacer más accesible esta terapia innovadora.
La inmunoterapia CAR-T consiste en modificar las células T del sistema inmune para que reconozcan y destruyan células malignas. Hasta ahora, esto requería extraer las células del paciente, entrenarlas en laboratorio y luego reintroducirlas. El nuevo enfoque reemplaza ese proceso mediante una inyección de nanopartículas lipídicas dirigidas (tLNP) que transportan ARN mensajero, una tecnología similar a la utilizada en las vacunas contra el Covid-19.
Estas nanopartículas llegan a las células T en el cuerpo y les indican cómo fabricar un receptor de antígeno quimérico (CAR), diseñado para detectar una proteína específica (CD19) en linfocitos B problemáticos. Al eliminar el uso de vectores virales y prescindir del entrenamiento externo, el procedimiento se simplifica y podría aplicarse de manera más universal y económica.
El estudio comprobó la eficacia de la técnica en ratones, ratas y monos, así como en muestras de sangre humana. Los investigadores lograron modificar con éxito los linfocitos T de pacientes con enfermedades autoinmunes, alcanzando niveles de eficiencia comparables a los de donantes sanos. En modelos animales, una sola dosis bastó para reducir significativamente los linfocitos B en pocas horas.
Estrategia
En pruebas realizadas sobre un modelo de leucemia humana en ratones, la aplicación repetida de tLNP eliminó casi por completo el tumor. Esto sugiere que esta estrategia también podría utilizarse para tratar ciertos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes como el lupus. A futuro, el sistema permitiría adaptar el ARN para distintos objetivos terapéuticos sin personalización caso por caso.
Otra ventaja del uso de ARN mensajero es que no se integra al ADN celular, lo cual reduce el riesgo de alteraciones genéticas permanentes y podría facilitar la aprobación regulatoria. Sin embargo, los científicos advierten que aún queda por evaluar su efectividad en casos que requieran múltiples dosis y sus posibles efectos secundarios a largo plazo.